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Análisis

Sin creación de juego y sin gol no se gana

Se acusaron quizás en exceso los muchos cambios con respecto al partido anterior ante el Betis en Mestalla

Sin creación de juego y sin gol no se gana

El Valencia le faltó creación y gol para lograr un resultado positivo ayer ante el Espanyol. El equipo de Nuno tuvo dos buenas ocasiones al inicio del encuentro, por parte de Bakkali y de Rodrigo, pero a partir de ese momento el conjunto valencianista se fue diluyendo hasta caer derrotado ante el Espanyol en un partido en el que el protagonismo fue para los porteros de ambos conjuntos. Tanto Jaume en el Valencia como Pau López en el Espanyol, estuvieron a buen nivel.

El Valencia jugó con el clásico 4-3-3, aunque quizás con demasiados cambios en el once titular con respecto al partido anterior. Aún así, y en dos robos de balón, encontró las ocasiones más claras gracias a la rapidez de sus delanteros. Sin embargo, tuvo la ocasión de Rodrigo que falló de forma incomprensible.

A partir de ese momento, y tras las dos ocasiones falladas, el partido fue para el Espanyol. El conjunto de Sergio se fue haciendo dueño del encuentro y en una jugada un tanto desagraciada, tras una falta prolongada por Santi Mina, Víctor Álvarez lograba el 1-0.

El Valencia no tuvo claras las ideas, los interiores no creaban juego ni se mostraban excesivamente seguros en defensa. El Espanyol, por su parte, empezaba a jugar desde Marco Asensio, que incluso tuvo una muy buena ocasión tras una pared por el centro de la defensa. El Espanyol era el claro dominador del encuentro y el Valencia apenas creaba situaciones de gol y cotizaba a la baja. La primera parte finalizó con ventaja del Espanyol y la confianza en que en la segunda mitad Nuno realizara los cambios necesarios para darle la vuelta al choque y lograr un resultado positivo.

Ya he dicho que en la segunda parte se esperaban cambios desde el comienzo, para dar más creatividad al centro del campo y más mordiente arriba, pero salió con el mismo once para sorpresa de todos. Empezó este periodo con una muy buena acción de Gayá, cuyo centro fue rematado por Rodrigo, pero el portero del Espanyol hizo la parada de la noche. Ahí pudo variar el partido, pero fue lo único reseñable del Valencia en la segunda mitad.

El Valencia fue desbordado cada vez más por el Españyol y sólo la falta de acierto hizo que los banquiazules no marcaran un gol más, unido a las buenas actuaciones de Jaume evitaron que el resultado fuera mayor.

Después vinieron los cambios en el Valencia, uno de ellos forzado por la lesión de Gayá, que será una baja sensible de cara a los próximos partidos, pero el Valencia siguió mostrando alas mismas deficiencias de todo el encuentro: muchas pérdidas, falta de colocación y precisión en el pase. Por este motivo, parecía imposible que el equipo de Nuno igualara el encuentro. Como así fue. Porque, conforme pasaron los minutos, las sensaciones siguieron sin ser nada buenas. Hasta el pitido final del árbitro.

En resumidas cuentas, mal partido del Valencia. Insisto en que hubo demasiados cambios en relación al partido anterior, y oportunidad de ver a jugadores no habituales, pero el balance es que el equipo nos deja poco juego en el centro del campo, le costó mucho la creación, y fue muy blando arriba. Por último, resulta extraño que ante la falta de gol Negredo y Alcacer, los dos titulares, estén en el banquillo.

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