En el Valencia CF hay un futbolista que encaja en la filosofía del FC Barcelona, se ajusta a un perfil que agrada mucho tanto al técnico como a la Dirección Deportiva, y éste responde al nombre de André Gomes. El centrocampista portugués encajaría a la perfección en un centro del campo repleto de futbolistas de exquisiteces técnicas, bien escoltados por Busquets o Mascherano cuando éste se ubica en la posición de pivote, y según ha podido saber Levante-EMV, es un futbolista cuya progresión se va a seguir con detenimiento con vistas a futuro. Y siempre más allá del próximo mercado de enero, donde el rol que podría tener el portugués lo asumirá el turco Arda Turán.
No es la primera vez que el nombre de André Gomes está sobre la mesa de Can Barça, puesto que en las elecciones a la presidencia realizadas a final de curso, el candidato Joan Laporta tenía apalabrado su fichaje si ganaba el proceso electoral, hecho que no sucedió. En su primera temporada como futbolista blanquinegro, donde jugó en calidad de cedido, deslumbró. Y ese fue uno de los motivos por los cuales, cuando el pasado mes de junio, el Valencia CF oficializó su contratación „sus derechos económicos pertenecían a Meriton„ hasta el 30 de junio de 2020, elevó la cláusula hasta una cantidad superior a los 100 millones de euros. De momento, la situación no va más allá que un seguimiento de cara al futuro, a lo que el futbolista es ajeno, ya que en su cabeza sólo pasa ayudar al equipo recuperando su mejor nivel tras una lesión.
Los ejecutivos del Valencia CF son conscientes que si André Gomes mantiene su progresión, los clubes más potentes de Europa van a querer contar con el portugués. Pero a diferencia de épocas anteriores donde la situación económica de la entidad obligaba a realizar traspasos como principal vía de ingresos, ahora depende mucho de la voluntad del futbolista. La presidenta Layhoon Chan aseguró públicamente hace unas semanas que en verano no querían traspasar a Otamendi. Se accedió a negociar porque el futbolista le comunicó a Nuno que no quería seguir jugando en el Valencia CF, entendiendo que para él la oportunidad de jugar en el Manchester City igual no volvía a tenerla. La cláusula de rescisión del central argentino era de 50 millones, cantidad que se aproximó en el traspaso.
En el momento en que el FC Barcelona, si así lo decidiera, se dirigiera a los dirigentes blanquinegros, la respuesta sería negativa, por lo que habría que escuchar al futbolista, ahora centrado totalmente en ayudar al Valencia CF. No quiere despistarse y su próximo objetivo es ganar al Málaga el próximo sábado.
Cuando Robert Fernández, Director Deportivo del cuadro azulgrana, ha visitado recientemente Mestalla lo ha hecho para seguir formándose una opinión sobre un jugador que tiene bien determinada. A él le encanta. Y en sus planes no están Soso ni Mustafi.
