Cuando Duda recogió el balón para disponerse a lanzar un penalti y levantó su mirada, sus ojos se clavaron en los de Jaume Domènech. Era la primera vez que los dos se cruzaban, pero el cancerbero de Almenara repelió con sus guantes la pena máxima, invalidando así un error del árbitro. En ese momento, Jaume explotó de alegría, miró sus guantes y esbozó una sonrisa. Son su herramienta de trabajo, todo balón que es atraído por ellos es sinónimo de parada, cuando puede abrazar el esférico se apaga cualquier peligro, de ahí la importancia que tienen para Jaume los guantes. Es la mejor arma de un portero, que descubre en Levante-EMV.
Con un corte ergonómico, totalmente adaptado a su mano, el cancerbero de moda de la Liga tiene confeccionado el dorso del guante con un látex natural encapsulado por medio de alta frecuencia. El látex, de última generación, llamado Omega Grip proporciona un excelente agarre y amortiguación. En la zona del «Wrap thumb», que es donde de une la muñeca con su dedo pulgar, el látex abraza el dedo dándole así una mayor área de sujeción. Y el cierre consiste en una muñequera elástica abrazada por un cintillo personalizable „es ahí donde figura su nombre, Jaume Domenech„ que además de dar sujeción y fortaleza, hace la función de palma extendida ya que tiene látex en la sección que pasa por debajo de la palma.
A día de hoy se han convertido los guantes del «Gat» de Almenara en uno de los que más brillan de la Liga en un inicio de curso donde él comenzó teniendo un papel de reparto, pero a base de grandes actuaciones, está dispuesto a agarrarse con fuerza al puesto. Y Nuno respira. En la última fase del verano, el Valencia CF llegó a contemplar la opción de incorporar a un guardameta con kilometraje en la élite por la incógnita que podría significar Jaume, sin haber jugado en Primera o Segunda. A veces, la casualidad te da una oportunidad y es la que ha llevado a Jaume a brillar con luz propia.
Especialista «parapenaltis»
Mestalla vivió el sábado el primer penalti detenido por Jaume, pero en sus dos temporadas con el filial, mostró mucha solvencia. Sin ir más lejos, en el curso pasado detuvo dos de los cuatro que le lanzaron, elevando el porcentaje al 50 por ciento. Pero un año antes, en la temporada anterior presentó mejores registros aún, abortando cinco de seis penaltis que afrontó. De esos cinco, detuvo cuatro y el otro se marchó fuera.
Con Diego Alves en la grada por lesión, el mejor especialista de Primera en esa faceta, en el equipo también hay otro portero capacitado para «sumar» puntos defendiendo penaltis. Jaume parece tocado por una varita mágica, pero él sigue con los pies en el suelo dispuesto a seguir trabajando duro, porque aún quiere dar más que hablar.
