Ya sé que esperan un «repasito» a lo de anoche en el Calderón. Incluso que aguardan una nueva disección del conflicto Nuno-Negredo. Pero como quiera que esto último ya me cansa, y que parece que por dar una información has de estar obligatoriamente en una de las trincheras, hoy me voy a ir a un tema opuesto. Ni siquiera (espero) tiene que ver con el Valencia CF.
Desde hace unos meses el FBI entró al asalto en FIFA y en el mundo del fútbol. Los mundiales de Qatar y Rusia arrastran más sospechas que la foto de un político con niños en un mercado en plena campaña electoral.
De hecho, uno de los que más parece «pringado» es Blatter, y hay sospechas de que el guante de seda de Michel Platini no le anda a la zaga.
Y en todo esto aparece de pronto Ángel María Villar. Esta semanal el Comité de Ética de FIFA ha admitido que está investigando al presidente de la RFEF. Y por ahí viene mi reflexión, porque además esta semana se ha producido una denuncia por supuestas presiones a un asistente para que «se quede en blanco» en un Barcelona-R. Madrid.
Lógicamente la prensa que se inventó el Villarato le quita hierro al asunto, y la que lo negaba habla de escandalazo por todo lo alto. Así es este país. Lo mío por encima de la verdad. Y yo me paro y pienso, con Villar (investigado) en un lado -RFEF-. Con Tebas (ex abogado de Piterman e intermediario en su día en compras como la del Badajoz) en la LFP. Con una denuncia posible de un asistente por presiones en un Comité de árbitros que durante años ha tenido a dos hermanos en primera que eran del mismo colegio territorial que el jefe de los colegiados. Y sobre todo, en un país en el que aquí ha metido la mano en la caja cualquiera que tuviera cierto acceso al poder y al dinero.
En el país en el que concretamente han trincado desde la Pantoja hasta „presuntamente„ el yerno del Rey. Con presidentes como Del Nido (a la sombra), José Luis Núñez (a la sombra), Jesús Gil „qepd„ (estuvo a la sombra), Lorenzo Sanz (imputado). Bueno, pues con todo eso en una coctelera, pensar que el fúbol español está limpio es creer en Peter Pan. Y miraremos a otro lado, porque el fútbol es un quitapenas, que bastantes «cornás» da ya la vida en el día a día. Y lo único que nos interesa de la pelotita es que el equipo al que seguimos gane el domingo.
Es normal, es el principal pasatiempo para nuestro tiempo de ocio. Pero no estaría de más que la exigencia (justificada) que tenemos para cualquiera que ejerza un cargo público y maneja dinero, comenzáramos a pedirla en un fútbol que viendo a quiénes tiene al frente no te hace sospechar nada bueno.
