El de ayer fue un derbi con más goles que fútbol. Un encuentro de rivalidad en la que hubo de todo, desde una tángana hasta los pitos a Nuno, pero en el que el fútbol estuvo ausente durante la mayor parte de los noventa minutos. Tan sólo en la media hora final, con un Valencia CF muy superior, se vieron acciones de mérito. El 3-0 incluso se puede decir que es un tanto engañoso porque el Levante UD realizó un buen encuentro en líneas generales. No evidenció el porqué de su clasificación.
El partido de rivalidad era importante para los dos equipos, que atravesaban situaciones diferentes. El Valencia CF necesitaba ganar para borrar el mal sabor de boca de la derrota ante el Atlético y seguir luchando por estar arriba en la tabla. El Levante, con Rubi debutando en el banquillo, necesitaba salir del pozo y de ser el colista de la tabla.
Arrancó mejor el partido el Levante UD, muy bien posicionado en el centro del campo, y ganando la partida al Valencia CF. El conjunto de Nuno estaba muy nervioso a la hora de ser dominador del partido, no podía superar la presión de los jugadores del Levante UD, y en ese momento llegó una de las acciones clave: la ocasión perdida por Morales con una magnífica intervención de Jaume que no acabó en gol.
El Valencia CF no se atrevía a jugar desde atrás porque no había seguridad en la zaga e incluso el equipo de Nuno tenía que sacar en largo. Al Levante UD le faltó la fortuna del gol porque tuvo ocasiones. Si algún equipo mereció irse a los vestuarios con un gol, ese fue el Levante UD. Porque cuantificamos más ocasiones de gol para los de Vallejo que para el Valencia CF. Como anécdota quedan los dos goles anulados a los de Mestalla que no subieron al electrónico. Así se llegó al descanso, con igualdad.
La segunda mitad empezó con la misma tónica pero la jugada del penalti convertido por Alcácer cambió de forma decisiva el partido. El Valencia CF se puso por delante, el conjunto azulgrana parecía no querer perderle la cara al partido, y parecía que el encuentro se iba a a animar en forma de disputa.
Pero un error de Juanfran fue la puntilla. El trabajo defensivo del conjunto azulgrana había sido bueno, con Simao como hombre de contención por delante de la defensa, pero el error del defensa dejó vendido al meta Rubén que nada pudo hacer para evitar el tanto y ver como las esperanzas del Levante UD se iban a desvanecer. Y así fue. En líneas generales, el centro del campo formado por Camarasa, Lerma, Morales y Rubén, fue mejor durante muchos minutos en los que se vio poco a André Gomes y a Enzo Pérez. Sólo Javi Fuego sostenía al equipo y le daba equilibrio en esa parcela.
A partir de aquí el Valencia CF tuvo más control y el Levante perdió la fe. En los últimos treinta minutos finales incluso podía haber marcado un gol más. Fueron los mejores momentos del Valencia CF, con un gol espectacular del belga Bakkali. Sin embargo, cuando todo parecía que iba a ser felicidad a la conclusión del mismo, porque el Valencia CF había ganado 3-0 el derbi a su rival después de un encuentro intenso, llegaron los pitos que antes hemos comentado hacia la figura del entrenador. Porque el fútbol no fue bueno. Y porque aún hay dudas en la hinchada valencianista a pesar de una nueva victoria en el estadio de Mestalla.
