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Tiempo de juego

Fuego cruzado

Fuego cruzado

Ya nadie podrá decir que todo está bien. Ya nadie podrá mirar hacia otro lado. Ya no se podrá maquillar la situación con medias verdades. Mentiras, a fin de cuenta. No existe queja alguna para las preguntas incómodas y sí para las respuestas dispersas. Un año de espaldas a la gente tienen la culpa. Porque todo comenzó cuando descubrieron la verdad. Cuando los descreídos vieron que aquello iba en serio, que todo lo anterior había sido el guión de una obra de teatro. Ya lo saben: el presidente no fichó al entrenador y para la propiedad, aquel Mánager General no entraba en la ecuación. La resistencia de éste a perder su cargo, bajo el amparo protector de quien lo contrató, terminó llevándose por delante a los dos y por el camino de la supervivencia, su dañino altavoz público desvirtuó la realidad. Aquel engaño, trajo la actual penitencia.

Comprendo la confusión. Algunos, quisieron entender lo que sucedía de otra manera, del modo en el que, los propios afectados con el paso del tiempo, se lo contaron. Desenmascarada la historia, llegó el desconcierto. Más tarde la rabia; que hoy es ira. Incontrolable€ Durante un año nadie justificó los fichajes, ni las renovaciones; tampoco los malos resultados. Tampoco se pidieron explicaciones dado que, según decían, todos iban de la mano. Nuno era aclamado, Lim vitoreado y Mendes palabra tabú. Discutirlos se convertía en ofensa. Es curioso: los mismos que protegían al entrenador, ya no le soportan. Comparando las fotografías encontrarán qué ha cambiado.

Desde ese preciso instante, el técnico quedó al descubierto por lo que, llegados a este punto, cabrá puntualizar. No fue Nuno quien (por más que lo deseara) decidiera sobre el actual organigrama. Recuerden: la responsabilidad la tiene y la asume el dueño. Lim apretó el botón. El pecado de Nuno fue confiarse. Dejarse llevar a la espera de la ejecución, seguro de la confianza que le había sido otorgada. Tutear en público al jefe, mostrarse arrogante y soberbio; invulnerable. Guardar silencio y esperar acontecimientos. Acariciar un gato€

Lejos de cambiar su actitud, Nuno optó por encerrarse en sí mismo. El ocultismo en el que antes se cobijaba, ahora le persigue. Subestimó el poder de una grada huérfana de información, creyendo que seguirían tragando veneno. Y tras un año conviviendo entre sombras, la gente exige explicaciones. Hasta por aquello que se podría explicar por sí solo.

En lo futbolístico, el Valencia ha perdido de un año para otro a su columna vertebral y la mayoría de los que siguen, ahora están irreconocibles. Las giras (no una ni dos, sino tres) y la previa europea desgastaron al equipo y la plaga de lesiones lo han debilitado. En la gestión del caso Negredo, será incuestionable pensar, que pocos le han puesto más ganas a su recuperación que el propio técnico. Sin embargo, el rendimiento del vallecano pedía un aviso que cualquiera, en otros tiempos, habría comprendido. Pero Nuno no se justifica porque eso restaría centímetros de altura a su posición. Él sigue seguro y confiado de su lugar en el mundo y solo responde ante quien le puso. Y frente a eso, la grada apasionada por naturaleza, se enciende y no se reprime. No porque su equipo ya no juegue y su fichaje estrella no tenga sitio entre los 18 convocados, sino porque su entrenador no atiende a razones ni explicaciones.

El Valencia ha tenido un calendario asequible en Liga para estar, a estas alturas, mejor posicionado. El equipo no tiene un patrón de juego definido y el entrenador ha cambiado de piezas y sistema sin obtener resultado alguno. Descubierto el envoltorio, no hay lugar para las excusas pero sí tiempo para la reflexión colectiva. Mestalla vive sumida en el caos. A su ruidoso criterio, todo es culpa de Nuno y en la duda general, todo vale. Pitar al portugués en la presentación, abroncar a Parejo antes de entrar al campo, ovacionar a Rodrigo tras el despecho o corear a un futbolista que todavía no ha estado a la altura de su nombre. Todo tan extraño, que sería conveniente evitar los impulsos de aquellos que solo quieren ver arder el mundo€

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