Es una fuerza de la naturaleza. Fuerza Bruta. De ahí su apodo. Hulk. En Mestalla la rompió. Givanildo Vieira Luis Fernando Souza, Hulk, (Campina Grande, Brasil 25-7-1986), vuelve a cruzarse en el camino del Valencia CF. El delantero del Zenit es la gran amenaza. Y es real. Aunque Hulk lleva el apodo del personaje de la factoría Marvel, el brasileño no se queda en las páginas de ningún cómic sino que salta al césped con el siete a la espalda y pone su calidad al servicio de la causa.
Hulk tiene especial querencia por Valencia. El español es un fútbol que le gusta, y sabe que el Valencia CF estuvo cerca de ser su destino. Su nombre sonó en varias ocasiones para reforzar la plantilla de Mestalla, e incluso se le vinculó al proyecto deportivo de alguna candidatura en el proceso de venta del club.
Cuando el Zenit visitó Mestalla en el partido de la Liga de Campeones, Hulk participó en un acto publicitario de la firma Mizuno con el jugador valenciano Camarasa, del Levante UD, con quien se intercambió las botas de fútbol. Esa noche, en el estadio de Mestalla, Hulk se bastó para doblegar al Valencia (2-3), con dos goles en los que evidenciaron el porqué de su apodo. Pura fuerza. Pura potencia. Jaume y la red de la portería saben a que velocidad entró el balón... A mucha.
De cara al partido ante el Zenit, en San Petersburgo, Hulk se vuelve a cruzar en el camino del Valencia CF. Porque al brasileño le gusta y mucho la competición. Quienes lo conocen, aseguran que estos partidos le van. Se crece. Se motiva. Y esa quizás sea la peor noticia para el equipo de Nuno. Porque ya saben de lo que es capaz.
La historia de Hulk es la de un futbolista al que nadie le ha regalado nada. A sus 29 años, y disfrutando de la internacionalidad con la selección de Brasil, sabe por lo que ha tenido que pasar hasta triunfar. Y su fuerza, aparte de física, es también mental. Es un tipo firme como una roca. Porque, siendo muy joven, tuvo que pasar del modesto Vitória de Salvador de Bahía, en Brasil, para ser cedido al Kawasaki Frontale japonés. Y de ahí, al Consadole Sapporo y al Tokyo Verdy de la segunda división nipona. Muy duro. En todos los clubes marcó goles, pero que un equipo japonés le cediera a un club menor.... Escuece.
El Oporto le pone en escena
Pero Hulk salió a flote. Y firmó con el Oporto. El nombre del delantero brasileño siempre irá asociado al club luso. Donde creció y se multiplicó. En el Oporto, se convirtió en un indiscutible del once titular, formando un trío atacante con Cristian Rodríguez y Lisandro López y un año más tarde se confirmó como uno de los grandes jugadores de Europa cuando llegaron los goles y los títulos.
Hulk comenzó la temporada 2010-11 de manera impresionante, anotando dieciséis goles en sus primeros partidos oficiales, incluyendo un «hat-trick» ante el KRC Genk en la fase de playoffs de la UEFA Europa League, el 26 de agosto de 2010. Su estancia en el Oporto se convirtió en la nada desdeñable cifra de 75 goles.
En la temporada 2012-2013, el delantero brasileño fue fichado por el Zenit de San Petersburgo de la Premier de Rusia. El club gastó 60 millones de euros en un Hulk que ya era una estrella mundial y que era un fijo en las convocatorias de la selección de Brasil. Hulk firmó por cinco temporadas, con el objetivo de que el equipo ruso se hiciera un nombre en el panorama europeo. Y en eso está. Y la prueba de ello es que el delantero quiere que el Valencia sea su próximo rival a batir.
