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La pizarra de Subirats

Un Valencia muy pobre

El equipo acusa dos expulsiones justas que lastran un nivel muy bajo

Un Valencia muy pobre

El Valencia CF no remató ni una vez a portería. Y así, es imposible puntuar. Es cierto que dos justas expulsiones lastraron al equipo, pero para sacar algo positivo, había que hacer algo más. El Valencia CF sólo se dedicó a defender. Ni antes ni después de la expulsión mostró algo de fútbol, de creación y de juego ofensivo. Y así es muy complicado.

En la primera mitad, el Valencia CF se dedicó a defender ante un Sevilla que disfrutó de la posesión del balón. El equipo de Nuno no podía aguantar todo el partido así, sino que tenía que buscar la portería del Sevilla para lograr algo positivo. Porque, en alguna de las ocasiones de gol de que dispuso el conjunto de Unai Emery, como la que tuvo Llorente y que no llegó Vitolo por muy poco, podía llegar un gol en contra.

La banda derecha, con Mariano y Vitolo era el carril por donde llegaba peligro puesto que Santi Mina y Gayá tenían muchos problemas para defenderlos. Fue por esa parcela, la pegada a la cal, por donde el Sevilla „que tiene buen fútbol en la media punta„, encontró sus opciones ofensivas.

El Valencia CF estaba demasiado plano. Sólo Parejo tenía algo de claridad de ideas cuando la jugaba. Y más lo estaría cuando Cancelo, prisionero de esa primera tarjeta amarilla, se fue al vestuario a los 35 minutos. Fue un innecesario manotazo a la cara. Si el Valencia CF estaba sufriendo con once...con diez iba a hacerlo más.

Aún así, la defensa del conjunto valencianista fue buena y el Sevilla tampoco sometió a un asedio la portería de Ryan. Porque, además, el juego aéreo estuvo muy bien controlado por los dos centrales. Tanto Santos como Abdennour lograron imponerse a sus rivales.

En la segunda mitad, y con la idea de protegerse y defender el resultado, Nuno decidió por apostar por Vezo como jugador más específico en defensa. Aunque fuera de lateral, el central portugués está mucho más acostumbrado a defender que Danilo. Pero a los cinco minutos, el castillo de naipes se vino abajo con el gol del debutante Escudero.

El Valencia CF no podía. Sólo se defendía para no encajar el segundo gol y, en ataque, no llegaba. Su única opción era una acción a balón parado. Porque el partido estaba muy complicado. Y más que se puso. Imposible. Con la expulsión de Javi Fuego. Al final, derrota. Lógico.

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