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La pizarra

Mejoría constatada

El Valencia merece mejor suerte ante un Sevilla que pelea por la Champions

Mejoría constatada

El Valencia realizó ayer un partido muy serio ante uno de los equipos de la zona alta de la tabla. La victoria de los de Voro no hubiera extrañado a nadie por los méritos durante los noventa minutos. La mejoría del equipo en estos últimos encuentros de Liga, además de que está en disposición de pelear con cualquiera, quedó constatada ayer en Mestalla. El Valencia no sólo compitió, sino que compitió bien. El de ayer es el equipo de el que sus aficionados deben sentirse orgullosos, ya que peleó de poder a poder contra un Sevilla que está luchando por entrar en la Liga de Campeones la próxima temporada, y con un entrenador de talla mundial como es Sampaolli, al que pretende la selección de Argentina. Estas son las claves del encuentro de ayer:

Orellana e Iborra asumen el protagonismo en ambos conjuntos en la primera mitad

El Valencia demostró que quiere y que está en disposición de competir en este tramo final de Liga. Es cierto que no hay un objetivo concreto, pero el equipo salió ayer decidido a por la victoria. Tanto el posicionamiento como la actitud fueron buenos. Voro movió sus peones de inicio, y la habitual disposición de los futbolistas en el centro del campo fue diferente. Con Carlos Soler desplazado a la banda derecha, el protagonismo ofensivo y la responsabilidad de crear peligro corrió a cargo de Orellana. El técnico decidió reubicar al chileno desde la banda izquierda hacia el centro, para tratar de sacarle el máximo rendimiento, pensando además en que quizás Soler fuera una buena opción para frenar el peligro que suele llevar Sarabia. En este sentido, Orellana fue el jugador más incisivo y su capacidad asociativa permitió al Valencia llegar en numerosas ocasiones al área de Sergio Rico.

En el Sevilla, el mando del equipo correspondía a Iborra. El futbolista valenciano ejerce de líder. Con galones. No sólo corta, sino que reparte y ordena a sus compañeros. Es el jugador sobre el que pivota todo el fútbol. Conforme Iborra fue apareciendo en el partido, el Sevilla creció a pasos agigantados.

Voro y Sampaolli disputan un choque táctico en el banquillo

Bajo estos parámetros, la alternancia fue la palabra que mejor define la primera mitad que vimos ayer. Alternancia de estilos, porque el Valencia compaginó el juego más elaborado con el fútbol directo, al igual que también hubo alternancia en cuanto al dominio del balón y del partido. Porque en algunas fases de este primer tiempo, un partido muy táctico, el Sevilla también disfrutó del mando del encuentro. Los banquillos, con Voro y Sampaolli, asumieron ese duelo táctico. En líneas generales, y pese a lo mucho que se jugaba el Sevilla en el encuentro, ya que está luchando por la tercera plaza en la competición, fue el Valencia el que controló el tempo del partido con buenos movimientos y circulaciones.

Ocasiones hubo en las dos porterías. Munir tuvo una muy clara, tras un magnífico desborde de Montoya por la banda derecha, pero el remate de cabeza del valencianista no acabó en la red porque Mariano la sacó en la misma línea de gol. Jovetic, que entró al campo por la lesión de Vitolo, la tuvo para el Sevilla. Un remate al poste con Alves ya batido, tras una pérdida de balón de Enzo Pérez, pudo ser el 0-1 en el marcador. Al descanso se llegó con igualdad en el marcador y con el partido muy abierto.

Un partido abierto durante la segunda mitad hasta la conclusión del mismo

Resultaba extraño que el Sevilla, con todo abierto para sus intereses en la Liga, no hubiera demostrado la ambición necesaria para lograr la victoria en Mestalla durante la primera mitad. En el segundo tiempo, la cosa cambió. El Sevilla comenzó a crecer. Y a disfrutar de la posesión. Los de Sampaolli dieron un paso al frente, mientras que el Valencia juntó líneas y vio en el contragolpe una buena opción para llevar peligro. Tanto es así, que Zaza comenzó a dejarse ver y se reclamó un penalti sobre el italiano. Esta acción, con unas manos de Lenglet que no se pitaron y un tanto anulado al italiano por una mano dentro del área del Sevilla, hicieron enfadar al respetable. Mestalla no está contento con los árbitros ni con el acierto que han tenido esta temporada.

Conforme el Sevilla mejoró, Voro se dio cuenta de que era necesario algún cambio. El entrenador dio entrada a Cancelo por Munir, esperando que el portugués ofreciera el mismo buen resultado que en los últimos partidos. Y el Valencia estiró líneas. Mediada la segunda parte, el partido estaba abierto. Cualquiera de los dos equipos pudo desnivelar. Pero el marador ya no se movió.

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