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Marcelino podría irse antes de empezar

Marcelino podría irse antes de empezar

Las casas de apuestas aún no han lanzado al mercado la que hace referencia al tiempo que Marcelino seguirá siendo entrenador del Valencia L.M. (Lim-Mendes) antes Club de Fútbol. A medida que se consumen los días sin que afloren los fichajes y se mantiene en nómina a los pesos muertos, se acerca la despedida del técnico asturiano. Marcelino viajó a Singapur y no regresó ilusionado. Cada vez se siente más incómodo y ya le ronda por la cabeza la idea de que, como en ocasiones anteriores, en Singapur han contado cuentos chinos. Lim está dispuesto a ningunear a cualquiera que le plantee necesidades ineludibles. Marcelino afirma que es necesario hacer inversión, pero ello no está en la cabeza y la cartera de Lim. El técnico podría no estar dispuesto a seguir la sátira de Aulo Persio Flaco de «qui resisti vincit».

En Mestalla resistir tampoco es vencer. Marcelino puede pasar a la historia, además de por su profesionalidad, por ser el primer entrenador que, con ficha firmada, no comenzó ninguna de las dos temporadas en que estaba comprometido. Aparte lo sucedido en El Madrigal, lo que le puede ocurrir en Mestalla es muy distinto. Hasta el momento de ruptura con Fernando Roig, Mercelino había conocido una dirección seria, responsable con la que pactar o discrepar. En Valencia le han ofrecido conocer a un tal Peter Lim que, aparte de gastar dineros en viajes innecesarios, no sabe y no contesta.

Lim no acude a Valencia en donde todavía tiene cuatro cretinos que lo recibieron con palmas de Domingo de Ramos y todavía no han puesto pies en pared. El entrenador de turno tiene que desplazarse hasta Singapur, donde escuchan sus propuestas que caen en saco roto. Porque el único saco entero del propietario es el de recoger beneficios, que es lo que se propuso cuando le fue concedida la bicoca del club, en ventajosas condiciones económicas. Hasta la fecha lo único que se ha constatado del proyecto de Lim es su deseo de hacer negocios. Lo malo es que no los ha sabido hacer y su amigo del alma y socio asociado en sociedad, Jorge Mendes, se ha llevado con sus comisiones lo que llanamente se puede calificar como el manso, la esquila y el cencerro.

Mateu Alemany pide calma. El drama que vive el club tiene varios recovecos. En lo inmediato, la solución de las ventas de los mediocres que trajeron a Mestalla. Nadie puja por ellos porque el presunto comprador no desea medianías a precio de figuras. El público debe hacerse a la idea de que el equipo, (¿dirigido de nuevo por Voro?) será de calidad quizá inferior al que en la pasada temporada luchó por no descender. ¿A cuántos jugadores ficharía para su elenco el Madrid? ¿O el Barça? ¿O el Villarreal? ¿O el Levante? El equipo está lleno de «vuits i nous y cartes que no lliguen».

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