Los 100 días de Mateo Alemany como director general del Valencia CF son comparables a cuando se pone la primera piedra de un nuevo proyecto, y la escena se llena de fotógrafos para alumbrar el acontecimiento, pero queda por delante la realización de toda una obra completa.

Mateo Alemany fue la velocidad a la hora de fichar al nuevo entrenador del equipo, Marcelino García Toral, pero pisó el freno tras la contratación del técnico y a día de hoy la planificación deportiva se encuentra varada.

El Valencia CF ya ha comenzado la temporada 2017-2018, los jugadores están siendo sometidos a las primeras pruebas médicas tras regresar de sus vacaciones, pero ni el técnico se ha vestido de corto todavía y madruga para entrenar en Paterna, y mucho menos se ha elaborado una plantilla de empaque que pueda competir con garantías en la Liga española. La primera piedra, Marcelino, ya está puesta. Pero todavía está todo por hacer.

En la faceta puramente deportiva, donde radican las principales competencias del director general del club, Alemany ha sido capaz de realizar una buena operación al traspasar a Matt Ryan al Brighton & Hove Albion Football de la Liga inglesa por 6 millones de euros, pero también ha malvendido a Enzo Pérez al River Plate en una de las operaciones más ruinosas de la historia de la entidad.

Es cierto que de no haberla hecho en las condiciones que imponía el club argentino la operación de Enzo Pérez no se habría llevado a cabo, peor también es cierto que no por ella no ha sido ruinosa. Porque Alemany no ha hecho sino hacer caso a Marcelino y tratar de dar salida de urgencia a los futbolistas con los que el entrenador no quiere ver en el vestuario. El debate sobre si el director general debe contentar al entrenador, o velar por los intereses del club y pensar en empresa, está abierto.

En este sentido, el hecho de que Marcelino sea la prolongación deportiva de Alemany en el club, ya que el director deportivo, José Ramón Alesanco, era partidario del fichaje de Quique Setién como entrenador, explican el que se haya sido sensible con estas peticiones.

En el capítulo de fichajes, la única llegada a Mestalla ha sido la del centrocampista serbio Maksimovic, cuyo fichaje se le atribuye el exdirector deportivo, García Pitarch. El exjugador del Astana ya estaba firmado por Pitrarch, y Alemany lo único que ha hecho ha sido no cancelar la operación. Por este motivo, y tras más de tres meses en el cargo, a Alemany le queda todo por hacer.