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André, ¿para qué te fuiste?

André, ¿para qué te fuiste?

A veces, menos es más. Dice el refrán que más vale malo conocido que bueno por conocer. La frase me viene al pelo para aplicársela a André Gomes. Desde que está en Barcelona, al guapo portugués le ha cambiado la cara. Su amplia sonrisa, la que en València tanto conquistaba, ha pasado a la historia para desprender un halo de tristeza que ahora, desde su confesión en Panenka, es compasiva. ¿Para qué te fuiste, André? En València, el portugués era un tipo feliz. Mendes, en el Barcelona, lo ha convertido en un hombre amargado. Con mucho dinero, pero amargado. En las dos temporadas que jugó en el Valencia, el jugador se sentía importante dentro y fuera del campo. A pesar de la mala situación deportiva que se vivió en esos años en el Valencia, André nunca se escondió y le echó, una y otra vez, arrestos para ayudar al equipo a salir adelante. Extrovertido y divertido, al portugués se le iluminaba la cara cuando hablaba de sus perros Benny y Hatchi. Pero don dinero, empujado por Mendes, quiso que la cómoda vida de André se convirtiera en un infierno. Dicen que reconocer el problema es la mejor manera de empezar a ponerle remedio y así es como ha actuado André. La situación que está viviendo no es única porque seguro que parapetados en los millones que cobran, más de un jugador siente o habrá sentido lo mismo que el luso. ¿Vale la pena? pues después de escuchar a André creo que no, pero ¿ven feliz a Alcácer? Dos de los emblemas del equipo de Nuno son carne de banquillo de Valverde. Estoy convencida de que ambos habrán maldecido el día en que tomaron la decisión de irse al Barça. ¿Pensarán ahora que el dinero lo es todo?

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