En su profunda remodelación de la cantera, el Valencia CF tiene previsto trasladar a sus 11 equipos del fútbol base femenino. La idea es llevarlos a una ciudad deportiva como la de Cracks, en la carretera de Ademuz, km 12, para reunir allí a todos sus conjuntos femeninos salvo al primer equipo, que seguirá entrenando y jugando en Paterna junto a todos los masculinos.

A fin de convertir Paterna en un centro de alto rendimiento, el Valencia CF ha suprimido para la próxima temporada sus 12 conjuntos de pago de fútbol 8 masculino. Cabía preguntar qué pasará con los 11 combinados femeninos de las dintintas categorías, que son todos de pago: cada niña paga 950 euros anuales a plazos o 800 al contado. La respuesta es positiva en el sentido de que van a seguir en marcha, aunque probablemente en otra ubicación.

Hasta ahora, la mayoría de ellas se entrenaba en las instalaciones del barrio valenciano de Beniferri y unas pocas en la ciudad deportiva de Paterna. El VCF dispone de cuatro equipos de niñas de fútbol 8: Benjamín, Alevín C, Alevín D y Alevín A. Ya en fútbol 11, son seis los conjuntos. Los que se entrenan y juegan en Beniferri (el Infantil-cadete C, el Infantil-cadete B, el Infantil-cadete A y el Femenino D de Primera Regional); hay uno que se entrena en Paterna, pero juega en Beniferri ( el Femenino C de Liga Autonómica); y, finalmente, el Femenino B, en Segunda División, que se prepara y juega en Paterna, lo mismo que el equipo profesional.

El primer equipo pierde fuelle

El VCF Femenino, sin embargo, ha perdido potencial respecto al del año pasado. Es sexto en la tabla en una campaña más bien discreta, sin el entusiasmo del pasado curso, cuando se llegaron a reunir 17.000 personas en el derbi disputado en Mestalla contra el Levante (un 6-0 memorable). En verano pasado se marcharon algunas de sus estrellas como la portera y capitana de la selección chilena Christiane Endler, ahora en el PSG, o la delantera argentina Estefanía Banini, ahora en el Washington Spirit, de EE UU.

El club de Mestalla entiende que el fútbol femenino no es rentable. Casi nadie pone dinero. En diciembre pasado, cuando decidió disputar el derbi contra el Levante en Paterna y no en Mestalla, el VCF recibió críticas del parlamento valenciano, que le instaba a volver a jugar en el emblemático recinto. El club reaccionó con furia y detalló cómo apoya la práctica del fútbol de casi 200 niñas y mujeres, a través de la Fundación, con una inversión de «cerca del 0'4% de sus ingresos anuales, más de 420.000 euros».

Por contra, el Valencia ha decidido poner fin a su relación contractual con UN Women, la entidad de Naciones Unidas para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. El VCF aportó 1.400.000 dólares por tres años a UN Women. En ese acuerdo de colaboración por la igualdad de género, algunos proyectos, como la disputa de un partido mixto en Nueva York, quedaron en el aire. La sociedad de Mestalla prefiere destinar ese dinero a otros frentes: el fútbol base femenino, por ejemplo.