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"Yo soy Gigi Buffon"

"Yo soy Gigi Buffon"

Encantado de haberse conocido, al portero internacional del Juventus se le escapó la frase descriptiva de un ego descomunal: «Yo soy Gigi Buffon», dijo enfundado en una capucha gris y gafas de sol oscuras en el tren donde era entrevistado. El portero italiano, de 40 años, no se ha retractado de su brutal ataque verbal al árbitro del Real Madrid-Juventus, sino que lo ha justificado de la manera más absurda, admitiendo «la duda» ante el penalti señalado de Benatia sobre Lucas Vázquez.

Y, claro, siendo Gigi Buffon no puede reconocer haberse equivocado, tal y como le pedía el periodista Luigi Garlando en una carta en ´La Gazzetta dello Sport´: «Nos dolió pensar que las peores fueron las últimas (declaraciones), las de después de la ducha, cuando tuviste todo el tiempo para enfriar tu instinto y volver a coger tu sentido de responsabilidad, requerido para un hombre de deporte y, aún más, para el capitán de la Nazionale. Un árbitro nunca será un killer o un animal. La sensibilidad que le pides a Michale Oliver [el árbitro del partido de cuartos de final] tenía que sugerirte evitar hablar de ´delitos en contra de la humanidad´, aunque fuera solo ´deportiva´, en los días de Siria y de los niños bajo fuego».

Palabras vacías para Gigi Buffon, alentado por el recimiento de la grada del Juventus Stadium antes del encuentro de Liga ante el Sampdoria, ovacionado tras un ´heroico´ comportamiento contra el árbitro, en la cima del mundo.

?El Getafe, próximo visitante este miércoles en Mestalla, se empleó con una dureza inusitada contra los futbolistas del Valencia en el choque de la primera vuelta en el Alfonso Pérez (1-0), con la desagradable secuela de la lesión de tobillo de Carlos Soler, que todavía no ha recuperado la excepcional forma de ese primer tramo de temporada.

Lo más sorprendente es la comprensión recibida de esa forma de jugar al borde de la ley por parte de exfutbolistas reconvertidos en analistas que lo definen con ese eufemismo del «otro fútbol».

La justificación para ser complacientes con la violencia en el campo es que cada cual se busca la vida como puede. Y que un equipo con escasez de recursos económicos y deportivos tiene derecho a recurrir a las malas artes. Sin embargo, la agresividad con el balón, practicada por la mayoría de los conjuntos modestos de la Liga, no está reñida con el ´fair play´ ni nada tiene que ver con la marrullería.

El Valencia, con la previsible vuelta de Carlos Soler al centro del campo por la sanción Kondogbia, tiene por fin la ocasión para la revancha deportiva.

?Tres de las cinco grandes Ligas europeas son ganadas por técnicos españoles: Pep Guardiola la inglesa en el City, Unai Emery la francesa en el PSG y Ernesto Valverde la española en el Barcelona. El fútbol continental pasa por las cabezas de los entrenadores españoles, a la vanguardia de compresión de un juego con una mezcla perfecta de tradición y modernidad.

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