El Valencia mantendrá hasta el final (el 31 de agosto) el pulso con el París Saint Germain por Gonçalo Guedes sin subir un céntimo la oferta de 40 millones de euros que mantiene vigente desde primavera para hacerse con los servicios del extremo internacional portugués. Desde el club de Mestalla se es consciente de la complejidad de la operación pero también hay una confianza firme en poder cerrar el pacto.

La voluntad firme del futbolista en volver a jugar bajo las órdenes de Marcelino García Toral, con quien habla prácticamente a diario, ha sido clave para decantar a estas horas la balanza del lado blanquinegro. Guedes, de 21 años, ha llegado a rechazar en los últimos meses ofertas de Nápoles y Juventus, más algún ofrecimiento de la Premier, que llegaban a doblar las cantidades propuestas por el Valencia. El jugador trasladó a la entidad parisina que solo quería jugar en el Valencia, el lugar en el que ha vuelto a disfrutar del fútbol. En caso de no poder volver, Guedes remarcó que prefería quedarse en el Parque de los Príncipes, pese a sentirse atrapado en la jaula de oro del que es el PSG y ser consciente de no entrar en los planes del técnico Thomas Tuchel.

El rendimiento casi irrelevante de Guedes en el pasado Mundial de Rusia y el ostracismo al que se ha visto sometido desde que regresara a París han sido otro de los argumentos del Valencia para mantenerse firmes en la oferta de 40 millones de euros, aunque las peticiones del PSG se hayan visto modificadas constantemente y sigan disparadas alrededor de los 70 millones. El Valencia ya dejó orientada su posición en la reunión que tuvo lugar en la capital francesa entre el máximo accionista Peter Lim y Nasser Al-Khelaïfi, dueño del PSG, con quien le une una gran amistad. Entonces el club galo también transmitió que el futuro de Guedes no era una prioridad de mercado urgente para el club, más preocupado en otras grandes operaciones de compra-venta.

En todo caso, el tiempo es un aliado que juega a favor del Valencia. Conforme se acerque el deadline del 31 de agosto, la presión se acrecenterá para un PSG con problemas sin resolver en el juego limpio financiero y que no puede exponerse a seguir dejando caer la tasación del futbolista ni el lujo de mantenerlo en la grada.

La cuenta atrás sigue y en la media sonrisa de Marcelino cuando se le pregunta del tema parece residir el desenlace. Pero habrá que esperar al 31 de agosto.