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Entrevista

Jesús Paredes: "Luis siempre se ha lamentado de la Liga que se nos escapó en el año 96"

«Yo le dije a Alfredo que le pidiera a Luis que me llevara con él al Valencia. He tenido la suerte de ser amigo de los dos»

Jesús Paredes: "Luis siempre se ha lamentado de la Liga que se nos escapó en el año 96"

P Ha tenido la gran suerte de trabajar en el Valencia CF con dos mitos: Alfredo Di Stéfano y Luis Aragonés. ¿Qué tal fue la experiencia?

R Fueron dos etapas con sabor agridulce. En la primera, en el año 86, llegué con Alfredo Di Stéfano faltando seis o siete partidos y no logramos salvar al equipo del descenso. Fueron momentos muy agrios. El dulce llegó al año siguiente, hicimos un equipo nuevo con chavales de la casa como Voro, Giner, Quique, Arroyo... un par de veteranos como Arias y Subirats, y con esa reestructuración subimos a Primera en el primer intento. En la segunda etapa, en el año 96, el momento agrio fue la Liga que se nos escapó por muy poco. Quedamos subcampeones y lo tuvimos hasta la última jornada. Muchos años después, Luis Aragonés siempre se lamentaba de aquel título que se nos escapó en el Valencia CF. El momento dulce fue cuando regresamos a Paterna a por los coches tras el partido de Vigo y, pese a que no habíamos ganado la Liga, no podíamos ni entrar de la afición que había allí por la noche para animarnos. Cuando he venido con Luis ya como entrenador de la selección, no podía ni dar dos pases por Mestalla sin que le pararan y eso se agradece.

P Usted más que un preparador físico al uso era algo más. ¿Un amigo de ambos quizás?

R He tenido bastante conexión con los dos. Eran muy exigentes. Había muchas horas de trabajo, mucha seriedad y rigor profesional, pero también había segundos momentos en los que tanto Alfredo como Luis siempre contaban conmigo. Dentro de esa soledad que tiene el entrenador, he sido amigo de los dos.

P ¿Cómo empezó con Di Stéfano? ¿Es cierto que, pese a ser un icono del madridismo, se sentía entrenador del Valencia CF?

R Yo me licencié en el INEF y comencé a trabajar en las categorías inferiores del Real Madrid con Molowny, antes de incorporarme al primer equipo con Alfredo Di Stéfano. De allí me llevó a Argentina, al Boca Juniors, antes de llegar al Valencia. Alfredo llevaba al Valencia CF muy cerquita del corazón. Andaba a la par con el Real Madrid, que le adelantaba llegando a la línea de meta, pero muy muy muy cerquita estaba el Valencia. Alfredo ganó la Liga con el Valencia y una de esas Ligas valen por diez del Madrid o del Barça.

P ¿Cómo empezó su relación con Luis Aragonés?

R Yo había trabajado con Alfredo en el Madrid. Di Stéfano y Luis se llevaban muy bien. Eran muy amigos. Quedaban mucho en Madrid en una cafetería para hablar. Yo tenía buena relación con Luis y quedé con Alfredo para que convenciera a Luis de poder comenzar a trabajar con él. Empecé con Luis en el año 95, en el Valencia, en mi segunda etapa en Mestalla. Antes había estado en el Madrileño, Murcia, Rayo Vallecano y Elche. Estuve quince años con Luis.

P ¿Qué tal la experiencia con el Luis persona y el Luis técnico?

R Luis era un monstruo. Un superdotado para el fútbol. Cuando comencé a trabajar con él, llevaba su bloc, sus bolis de colores y su inseparable carpeta negra. Pensé: «Este hace lo mismo que yo». Luis vivía las 24 horas pensando en fútbol. Incluso su mujer bromeaba y de decía: «cariño, siempre estás con el fútbol, incluso en la cama, que esta noche me has dado una patada, ja, ja , ja...». Luis era un tipo irrepetible. Sin filtros ni doblez. Era auténtico. Siempre se dice que se elogia a los que ya no están entre nosotros, pero yo en vida le dije varias veces: «Eres un monstruo». Y me decía: «Venga, vete, déjame en paz». Muy suyo. No hay día que no me acuerde de él.

P Como entrenador...

R Como entrenador sabía sacar el máximo rendimiento a los jugadores. Manejaba a la perfección todos los resortes psicológicos. Era algo innato en él. Era capaz de motivar al jugador y que el futbolista saliera al campo dispuesto a hacer el partido del siglo. No solo trabajaba la preparación física, además de técnica y táctica, sino que dominaba el aspecto emocional y psicológico del equipo y de cada uno de sus futbolistas en el plano individual. Su puerta siempre estaba abierta para todos.

P Eso es lo que demostró en el año 96, subcampeones con un Valencia de «currantes»...

R Teníamos a cinco o seis internacionales Sub 21. Era un equipo de gente muy joven, profesional y trabajadora, como Ferreira, Otero, Poyatos, Romero.... y chavales como Pepe Gálvez o Mendieta. Ya que hablamos de motivación, recuerdo que en una charla antes de un partido ante el Barça, luego de dar la táctica, Luis se dirige al equipo y les dice: «¿Alguna pregunta?». Levanta la mano Quique Romero y le dice: «Míster, por mi banda entra Figo y luego se descuelga Iván de la Peña. ¿Qué hago?». Y Luis le responde con contundencia: «¡Romero, pues marca usted a los dos!». Ese día ganamos 2-1 y Romero hizo el partido de su vida, incluso marcó un gol. No sé si recuerdas también que ese año jugamos contra el Sevilla de Suker y ganamos 1-2 allí jugando con nueve porque nos expulsaron a Engonga y Poyatos. Ese equipo....

P En ese equipo de jornaleros también estaba Mijatovic, que tenía mucha calidad....

R Sí, es lo que te digo. En un partido amistoso de pretemporada en Xàtiva, Luis convence a Mijatovic de que deje de jugar de centrocampista y que juegue de delantero. «Usted tiene que jugar de delantero. Pedja, plin caja», le dice. Luis le refuerza y le motiva. Y Mijatovic marca 28 goles esa temporada. Siempre que veo a Pedja me recuerda aquel año y me dice: «Profe, yo jamás pensaba que podía marcar 28 goles un año». Luego, cuando estalló lo del Real Madrid, pese a que se iba, Luis le dio tranquilidad y Pedja siguió rindiendo hasta el final.

P Esa Liga del 96 se nos escapa en Tenerife...

R Sí, en dos córners. No nos pueden marcar dos goles tras un corner, en la línea de rechace. Jugamos un partido completo, pero perdimos y se nos escapó la Liga. Si hubiera durado dos jornadas más habríamos superado al Atlético. Pero yo lo achaco un poco a que empezamos mal, pasamos unos meses hasta que logramos cogerle el aire al equipo. El Atlético de Madrid nos ganó aquí, pero nosotros les ganamos allí en la segunda vuelta.... Jugamos diez últimos partidos espectaculares. Luis les convenció de que podíamos ganar la Liga. Fue una pena.

P Hay otro partido que quedó grabado en el imaginario valencianista, la victoria ante el Bayern de Múnich...

R Espectacular. Les dimos un repaso. Luis estaba especialmente motivado. Me acuerdo del partidazo que jugó el Piojo. Les pasamos por encima. Luego, en la vuelta, empatamos en Múnich. Zubi paró un penalti. Me acuerdo de que jugaba Ziege por la izquierda, que medía 1, 90 metros, pero era más rápido que el AVE....Beckenbauer dijo tras el partido que el Valencia era un gran equipo. Y si lo dice Beckenbauer, es como si lo dice el Papa. Hay que hacerle caso.

P Fue el día que dejó a Romario fuera de lista...

R Fue una decisión técnica. Llevaba pocos días entrenando con nosotros y no estaba para dar el nivel. Luego, cuando mejoró su estado físico, Luis le dijo delante de mí: «Usted ya está bien. Ahora va a ser titular. Y Romario le respondió: «Míster, puede que sea usted el mejor entrenador que he tenido, pero con esta exigencia diaria yo no puedo, me cuesta mucho». Y ahí está. Romario puso intención, pero para competir hay que entrenar distinto. Piensa que Romario llegó al PSV con 18 años y cuando vino al Valencia CF ya tenía 30 años y venía de Brasil.... Tenía toda la calidad, en corto era una ardilla, espectacular. Pero ese año para competir.... Lo del «míreme a los ojitos» era un poco eso. Quería sinceridad por su parte. Y Romario le dijo que para esa exigencia no estaba.

P Ustedes se van del Valencia CF en el año 97, tras un partido de la Copa de la UEFA ante el Besiktas. ¿Es cierto que pudieron volver al Valencia CF tras aquella época?

R Sí, es cierto. En dos ocasiones. Después de quedar terceros en el Mallorca, creo que sería el año 99 o el 2000, no lo recuerdo muy bien, vino un consejero del Valencia CF a cenar con nosotros a Palma y a convencernos para volviéramos al Valencia. Pero a Luis le pudo más el corazón que la cartera y quería volver al Atlético de Madrid, que estaba en Segunda para ascenderlo. Luego, creo que era 2012, después de Valverde, nos llama el Valencia CF para hablar con nosotros y ofrecernos la posibilidad de volver. Pero no se dio.

P Ese año el Valencia fichó a Rafa Benítez, que ahí está su palmarés. ¿Le conocía?.

R Sí claro. A Rafa Benítez lo tuve yo de jugador en el juvenil del Real Madrid. Tenía 15 años. Luego fue al Castilla y no llegó a dar el salto al primer equipo. Era muy buen chico. En el Valencia CF hizo un trabajo espectacular. Será muy complicado volver a repetirlo.

P Hay una frase que siempre ha repetido Luis. «Cuando ganamos, ganan los jugadores y....»

R Sí, ja, ja, ja. «Y cuando no ganamos algo hemos debido hacer mal tú y yo». El día que ganamos la final de la Eurocopa de 2008 con España entré al vestuario y le dije: «Algo hemos debido hacer bien tú y yo». Me miró y no me respondió. Muy de Luis.

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