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Centenario del VCF

Capítulo 8: liga, homenaje y 'bronco y copero'

Bertolí, Amadeo, Igoa, Mundo y Gorostiza, en bici. archivo vcf

La conquista del segundo título de Liga, en la temporada 43-44, y el subcampeonato de Copa coincidió con la celebración de una fecha tan emblemática como las Bodas de Plata. Para aquella efeméride, la entidad organizó una serie de actos y tal vez el más emotivo fue reunir en Mestalla a viejos internacionales entre los que se encontraban supervivientes de los JJOO de Amberes, ganadores de la medalla de plata, la primera gesta del deporte español en estas competiciones mundiales.

Aquella tarde del 14 de marzo en que se celebró con adelanto la fecha del veinticinco aniversario, porque el día 19 el equipo jugaba en Oviedo, en el césped compitieron, uno en cada equipo, los dos primeros valencianos que jugaron en la selección nacional. Repetidamente, en València y con cabezonería, se publicó durante muchos años que el primer valenciano en formar en el equipo nacional fue el valencianista Cubells. No fue así porque en Amberes debutó el barcelonista Agustín Sancho Agustina, natural de Benlloch, población castellonense.

Sancho debutó en Amberes el 29 del septiembre de 1920. Perdió España con Bélgica por 3-1. Jugó tres partidos. Cubells lo hizo en cinco y en ellos la selección no recibió ningún gol. Cubells jugó en Mestalla contra Italia, 1-0, el primer encuentro internacional que se jugó en el campo valencianista. Cubells marcó el gol de España en el partido que disputó en Viena ante Austria. Fue entrenador del año de las Bodas de Plata con lo que aumentó considerablemente el favor que le dispensaba la afición. Sancho debutó como entrenador, en 1922. Fue en Castellón en el recién fundado club de La Plana. Ese mismo año dirigió al Valencia unos partidos aunque sin contrato profesional ya que en esa época no existía el cargo remunerado. Sancho fue albañil de profesión y a la construcción se dedicó hasta sus últimos años.

El acto con los viejos internacionales fue celebrado entusiásticamente porque el Valencia había hecho una campaña excepcional. A partir de la cuarta jornada se colocó en cabeza y no la abandonó hasta el final. Fue campaña arrolladora. Cubells sustituyó en el banquillo a Leopoldo Costa Rino, el hombre que con el tiempo se convirtió en la base de la cantera ya que de su dirección llegaron al primer equipo buen número de futbolistas. Cubells tuvo buen comienzo con la victoria en Atocha (2-4) con tres tantos de Gorostiza y una de Mundo. La primera alienación del campeonato casi fue sorprendente porque contó con futbolistas en los que no tenía la plena confianza la afición. Jugaron : Eizaguirre; Álvaro, Juan Ramón; Ortúzar, Monzó, Elzo; Giraldós, Hernández, Mundo, Asensi y Gorostiza. Elzo era un canario que jugó en el Castellón y Real Madrid. Duró un año en Mestalla y fue la imagen del jugador trotamundos porque perteneció a siete clubes. En la plantilla figuró el defensa Vicente Pechuán Giner. Fue ejemplo de lo que durante años se consideró jugador de club. Era de los que aceptaba la función de suplente. A los jugadores de esta condición se les bautizó como «calderones». Musicalmente serían los futbolistas que aceptaban el parón antes que volver a la ejecución de la obra.

Pechuán llegó a disputar cincuenta parridos en Primera. Pasó una temporada por el Levante. Volvió a casa y hasta jugó en el Mestalla., Fueron diez años de servicios a la entidad. Cuando terminó sus funciones futbolísticas pasó a formar parte del grupo d empleados y lo conocí como jefe de taquillas cuando las oficinas de la entidad estaban en la Avenida del Antiguo Reino, en la misma acera que el cine Tirys, de sesión continua. Lo recuerdo entrañablemente porque alguna vez me regaló una entrada. En aquellas oficinas había un joven botones que años después sería persona importante como gerente: Vicente Peris Lozar. Pechuán era futbolista recio y su mejor temporada fue la de 1945 cuando tuvo que suplir a Álvaro, lesionado. Se ponderó que cubría cualquiera de los laterales.

El segundo partido creó dudas porque se perdió (3-4) con el Barcelona que fue sexto en la clasificación final y por detrás del Castellón. A partir de ese momento el equipo se enfiló hacia el título y comenzó a contar con resultados entusiásticos. Por ejemplo, ganó al Sevilla por 8-0, con tres tantos de Asensi, dos de Mundo, y uno cada uno de Epi y Hernández. El octavo lo hizo Joaquín en propia meta. Al Oviedo se le goleó por 5-0 y la misma cifra la padecieron Celta y Atletico de Bilbao en la última jornada del campeonato. La clasificación final fue de 40 puntos, seis más que el segundo, el aún llamado Atlético de Aviación. El equipo marcó 73 goles que se los repartieron casi todos los miembros del conjunto porque además de Mundo, el gran artillero con 27 dianas, también sumaron Gorostiza, Asensi, Epi, Hernández, Amadeo, Giraldós, Elzo, Lecue y Juan Ramón. Éste hizo su diana en el 4-2 con que se perdió en el Metropolitano. La portería fue batida en 52 ocasiones. Tal vez no se hizo justicia con Hernández que fue pieza fundamental en partidos importantes por su juego y efectividad ante la portería contraria. Llegó procedente del Castellón, en la que había formado parte de la delantera histórica del club, Arnau, Hernández, Basilio, Safont y Pizá. En Mestalla siempre tuvo parte del público de manera poco afectiva porque prefería a Amadeo. Vicente Hernández Albert, «Valensianet» se fue al Español después de haber ganado una liga y dos subcampeonatos de Copa. Jugó quince partidos en la primera campaña y uno más en la segunda. Aquella Liga estaba compuesta por catorce clubes.

El nombre de Hernández quedó grabado para la historia del equipo «bronco y copero». Fue en partido contra el Sabadell cuando el jugador valencianista chocó con Aranaz y éste padeció fractura de tibia y peroné. El valencianista no era precisamente jugador duro y, sin embargo, se le cargó un delito que no había causado porque fue Aranaz quien se lesionó en mala caída. El Valencia cobró fama de «bronco y copero» de tal manera que a Álvaro acabaron por colgarle sambenitos como el de haber lesionado a un adversario en partido que no jugó. Fue en Murcia y los laterales fueron Pechuán y Juan Ramón. Álvaro tuvo importante lesión renal de una patada en el costado y sus piernas acabaron con más cicatrices de las que se puede soportar. La lesión importante del año la sufrió Rogelio Santiago Lelé. En un entrenamiento y al regatear a Asensi se produjo el más grave daño de las rodillas porque se rompió el menisco y los ligamentos. En Barcelona lo operó el doctor Manuel Bastos y se tuvo que someter a una recuperación en la que corría monte arriba en Bixquert (Xátiva) o corría kilómetros sobre las arenas de El Saler. Hizo un esfuerzo extraordinario y finalmente marchó al Celta. El doctor Bastos trabajo junto a su colega Josep Trueta. Éste creó el «método Trueta» para el tratamiento de heridas de guerra, además de operar años más tarde al exvalencianista Juan Bautista Planelles.

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