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Contracrónica

El Valencia pasea a sus líderes

En una temporada digna de una serie, los de Marcelino siguen sumando triunfos épicos y crecen al ritmo que la influencia de Rodrigo, Parejo y, por fin Guedes, es cada vez mayor - El capitán se une a los otros 39 valencianistas con más de 50 goles

Rodrigo y Parejo, felices, se dirigen al sector de la afición valencianista en Montilivi. j. m. lópez / sd

El valencianismo llega al Centenario perdiendo un par de años en esperanza de vida en cada furiosa celebración de los goles en tiempo de descuento. Se está quedando un año insuperable en momentos épicos. La estructura de las victorias agónicas se ajusta, finísima, a la trama de series adictivas: hay momentos de suspense en el VAR y en los movimientos desgarbados de Diakhaby, villanos que se repiten (el Getafe se presenta el domingo cargado de kriptonita) y giros argumentales en los minutos finales de cada episodio. Huesca, Celta, Getafe, Betis, Girona... hay capítulos casi suficientes para llamar la atención de HBO, Amazon o Netflix, ahora que los documentales futbolísticos están en plena ebullición. La sinopsis, además, gana consistencia porque si los goles milagrosos en diciembre servían para evitar destituciones, en marzo valen para gritar que todos los objetivos están intactos.

Toda serie pujante necesita de protagonistas estelares. Y en Montilivi, en el momento decisivo, el Valencia paseó con garbo a sus líderes. De este equipo se ha criticado, habitualmente con razón, que se trataba de un excelente grupo humano sin el punto de malicia, ni la carga carismática, de los líderes. Solo con generosidad colectiva y rectitud táctica no basta. De futbolistas como Rodrigo, Parejo y Guedes se exige que sean decisivos. El delantero hispano-brasileño y el centrocampista de Coslada ya venían entonados todo el invierno. Faltaba la aportación del extremo de Benavente. Con Guedes feliz, el Valencia infunde temor y es un candidato más creíble. Los tres dieron un paso al frente en Girona. Rodrigo demostrando que es incluso más importante con sus triangulaciones, giros y asistencias que con sus goles, que también los marca. Entregó una asistencia melodiosa a Guedes, que marcó el gol con el que soñaba desde el verano. El tanto cambió al extremo portugués. Sus movimientos pasaron a ser más pausados, levantando la cabeza, aprovechando que sus regates dejan a compañeros desmarcados. Sin una pretemporada en condiciones y con una larga lesión, era ingenuo pensar que un futbolista que vive de la explosión física pudiera dar su mejor versión. «Pouco a pouco», tuiteaba Guedes, saboreando la serenidad reencontrada.

Parejo y los 39 murciélagos

Y queda Parejo, Daniel Parejo Muñoz que, como sucedía con Gómez Colomer, está ganando méritos para ser nombrado con los dos apellidos. Además de jugar con frac, de ser el futbolista que más entra en contacto con el balón en dos terceras partes del campo, de nuevo marcó y, como informaba el historiador Carlos Rosique, alcanzaba los 50 goles con el equipo, uniéndose a otros 39 murciélagos, todos ellos ilustres. Si faltaba algún ingrediente, el gol de la victoria lo marcó Ferran Torres, que con 19 años anticipa lo mejor, el prometedor «To be continued».

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