El Valencia quería y buscaba la Copa once años después. Llegaba mejor anímicamente tras su clasificación para disputar la próxima Champions. La temporada había sido dura, pero se alcanzó el objetivo y la guinda podía ser el título copero. Enfrente estaba un auténtico Rey de Copas. Las últimas cuatro eran blaugranas. El Barcelona llegaba más presionado, más obligado, más ansioso tras la de Liverpool. Los culés eran favoritos, pero el Valencia había igualado en sus duelos ligueros y el corazón de todos los valencianistas iba a empujar con todas sus fuerzas. Se preveía un partido disputado e igualado y al final se decantó del lado del Valencia.
Posesión frente a ocasiones
El Barcelona tenía el balón. Lo circulaba de lado a lado, de atrás hacia adelante, lo marea ba, pero las ocasiones no aparecían. Los valencianistas no dejaban huecos ni espacios y el Barcelona estaba bloqueado. El Valencia por contra realizaba zarpazos letales. Rodrigo tras regatear a Cillessen tuvo el primero. Entre el palo y Piqué lo evitaron. Fue el primer aviso y la sensación de miedo aparecía en los culés.
Un gran impulso de ilusión
En una contra letal, Paulista pasó a Gayà que vio a Gameiro en el centro del área y este regateó a Alba y batió al portero azulgrana. El Valencia creaba incertidumbre en cada contraataque y así Soler ganó en la carrera a Alba y centró para que Rodrigo, de cabeza, estableciera el segundo en el casillero. El Valencia estaba dominando al Barcelona.
Jaume decisivo
Jaume, que tiene una difícil situación en la plantilla sabiendo que Neto está por delante de él para ser titular, ha estado a la altura de las circunstancias, trabajando todo el año para estar en forma y para disfrutar de esta consecución de una ansiada Copa. Ayer estuvo sensacional al término de la primera parte con dos intervenciones magistrales y en la segunda parte mantuvo la sensación de seguridad en la portería.
Segunda parte decisiva
El Valencia aguantó el acoso del Barcelona, superó el cansancio y la lesión del siempre trascendental Parejo. Soportó el gol del Barça y sufrió para conseguir la Copa que tanto deseaba. Aún Guedes pudo aumentar el marcador, pero el pitido final desbordó la ilusión de todos los valencianistas. Enhorabuena técnicos jugadores y afición.
Marcelino superó a Valverde
Marcelino superó claramente en el aspecto táctico a Valverde. El sistema defensivo que presentó dejó sin margen ni respuesta al txingurri, que se veía impotente para parar los contraataques valencianistas. Marcelino se merece esta Copa porque ha sabido seguir siendo fiel a sus ideas y su trabajo y dedicación han tenido finalmente su recompensa. La confianza de Mateu Alemany ha sido decisiva para que el proyecto no descarrilara. Chapeau.
La guinda para el centenario
La temporada ha sido buena pero esta victoria pone la guinda al pastel del centenario. Un centenario muy disfrutado por todos los valencianistas y que será siempre recordado por este gran trofeo conquistado ante un gran rival. La unión de todos los blanquinegros ha hecho realidad el sueño de la consecución de la Copa.
