Después de 5 partidos de pretemporada (3 victorias y 2 derrotas), el Valencia CF confirmó ayer la velocidad de crucero necesaria para desempeñarse con éxito en la Liga. Se impuso al Bayer Leverkusen, equipo de Champions, por una cuestión individual y colectiva. Por ser mejor equipo, en definitiva. Desde una perspectiva general, el Valencia CF desarrolló un partido más completo que su rival. De ahí la justicia de su triunfo. Hubo otras cuestiones para un análisis más profundo: Marcelino envió un mensaje claro de quién son sus elegidos, que no son otros que los mismos que ya estaban, salvo Cillessen. Dejó sin jugar ayer a Jason y a Manu Vallejo, mientras que Maxi Gómez saltó al campo a media hora del final. Gameiro y Rodrigo están, ahora mismo, por delante del uruguayo, que evidenció que no está fino en una ocasión marrada delante del portero.

El once tipo de Marcelino admite, entonces, pocas dudas. Gameiro está en el punto óptimo, como demostró en el segundo gol. Los nostálgicos del Valencia CF contragolpeador de toda la vida tienen razones para el optimismo. Al francés y a Rodrigo les llueven los pases a la espalda, justamente lo que necesitan dos delanteros de su perfil. El primer gol llegó tras un penalti sobre Rodrigo cuando encaraba al portero. El segundo, en un uno a uno de Gameiro ante el portero, donde el francés es el más letal de todos los delanteros que Marcelino tiene en nómina.

Si Gameiro tuvo un peso decisivo en el partido, los otros reyes de la tarde fueron los de casi siempre: Parejo, Gayà, Kondogbia, Garay y Carlos Soler, oro puro en el ideario de su entrenador. También lo fue Cheryshev cuando apareció en la segunda parte, mucho más activo que Guedes en la primera. Al portugués le sigue faltando más claridad en su juego. Se aturde con frecuencia.

El encuentro fue relativamente plácido para el Valencia CF, que desde antes de la media hora, ya con ventaja, jugó en superioridad numérica por expulsión de Dragovic en otro balón ganado a la espalda por Rodrigo. Empató el Bayern casi de forma inmediata por una torpeza de Kondogbia, al llevarse el balón con el brazo dentro del área.

Mejor equipo, más compacto y con más calidad, el Valencia CF siguió a lo suyo hasta que Gameiro, en otro balón llovido desde los pies de Kondogbia, desafió al portero. Le miró a los ojos y sacó un remate certero al primer palo.

En el turno de los cambios entró, también, Kang In Lee, cada vez más participativo en tareas defensivas. Ahí es, precisamente, donde se puede ganar la confianza de Marcelino.