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La expulsión no es excusa

El Valencia CF sigue en la línea de juego de Lille y esta vez cae con justicia ante un Osasuna superior

La expulsión no es excusa

Los aficionados de Osasuna podían celebrar en el día de ayer 30 partidos sin ver a su equipo perder en El Sadar, y de hecho lo celebraron y a lo grande con una victoria clara ante un Valencia totalmente desdibujado y errático. El triunfo de Osasuna se gestó en base a estas situaciones.

Sistema y novedades

El Valencia CF salió con el clásico 1-4-4-2 con algunas novedades como de la Jaume por Cillessen por indisposición de este, la vuelta de Rodrigo a la titularidad y la incursión, también, en las bandas defensivas de Gayà y de Correia. Gameiro acompañaba a Rodrigo buscando velocidad en ataque. Ante ello, un Osasuna intenso, rápido, 'presionante', eléctrico, que presionó al Valencia CF en los inicios del partido y prácticamente en todo el encuentro.

Velocidad de Gameiro

El Valencia CF sufría el acoso de los navarros, pero en un balón en profundidad, Gameiro aprovechó una de sus mejores virtudes, como es la velocidad. Superó en la carrera a Raúl Navas y cuando llegó a la línea de fondo le regateó para, posteriormente, ceder con gran maestría el balón a Rodrigo, que estableció el 0-1 en el marcador. El partido se ponía de cara a los valencianistas, que podían jugar su mejor arma, el contraataque.

Expulsión de Rodrigo

Cuando el partido estaba más favorable al equipo valencianista, vino la jugada desgraciada de la expulsión de Rodrigo. En un balón largo que peleó ante el impetuoso Estupiñan, en la caída Rodrigo parece ser que golpeó tímidamente con el codo al jugador rival. La expulsión fue rigurosa, aunque Rodrigo apenas la protestó excesivamente. El equipo se quedó con 10 jugadores y ahí continuó la debacle valencianista. La inferioridad numérica no debería ser una excusa para la imagen que dio, a partir de ahí, el conjunto blanquinegro. Recibió el gol del empate tras una falta de intensidad defensiva, primero al no ir a presionar el rechace de Jaume y permitir que Rubén García centrara con facilidad y Oier, solo y sin marca, rematara a placer el 1-1.

Un equipo sometido

El Osasuna siguió mandando sobre el campo. Nacho Vidal y Rubén García eran estiletes por los bandas. Oier y Darco se imponían en el medio campo a Parejo y a Kondgobia. Así cayeron dos goles más. Uno de Rubén ante la pasividad defensiva de Correia y el 3-1, de Estupiñán con mucha facilidad y con los marcajes muy blandos. Sólo había un equipo en el campo y las avalanchas osasunistas eran contínuas. Ferran y Maxi poco pudieron hacer ante la superioridad rojilla. La inferioridad no puede ser excusa.

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