La Casa Caridad de Valencia ha repartido en sólo los seis primeros meses de este año 8.360 raciones de comida más que en todo 2008, y 39.527 más que en la primera mitad de aquel año que ya se consideró especialmente perjudicado por la crisis económica.

Según las cifras ofrecidas ayer por la Asociación Valenciana de la Caridad, entre enero y junio de 2009 se han repartido en el servicio de comedor de mediodía 67.645 raciones de alimentos, frente a las 59.285 distribuidas durante los 12 meses del año pasado, o las 28.188 del primer semestre de 2008. Entre los seis primeros meses de 2008 y el mismo periodo en 2009, los alimentos racionados para los necesitados en la ciudad ha subido en un 140 por ciento.

Se miren por donde se miren, las cifras facilitadas en los últimos años por esta asociación centenaria respecto a la cantidad de alimentos distribuidos en su comedor, indican que cada vez son más quienes necesitan de la caridad para poder comer cada día.

Los porcentajes también son una buena muestra del empeoramiento de esta situación. El incremento del 140% en el número de raciones repartidas entre el primer semestre de 2008 y el de 2009, sorprende aún más al compararlo con el incremento en estos mismos periodos entre 2007 (25.100 raciones) y 2008, y entre 2006 (22.318) y 2007, que en ambos casos sólo fue de poco más del 12%.

Hace unas semanas, la misma institución adelantó que entre enero y mayo de 2009 las raciones repartidas ya eran 54.573, por lo que sólo en el mes de junio la Casa Caridad dio de comer a 13.072 personas. La tendencia alcista es imparable ya que en febrero de este mismo año las raciones que se repartieron fueron 8.794, 4.278 menos que apenas cinco meses después.

Las estadísticas no muestran ninguna mejoría y ni siquiera el presidente de esta institución centenaria, Arturo Casanova, augura nada bueno. "Creemos que tras el verano aumentarán las necesidades sociales y prevemos otro aumento significativo de las actuaciones a partir de septiembre. Estamos preparados para atender hasta 600 personas al día", afirmó.

La entidad subrayó ayer que el perfil de usuario atendido por los servicios sociales de Casa Caridad "ya no es sólo el de los sin techo, personas carentes de redes familiares, con fuertes adicciones al alcohol o las drogas, enfermos mentales o inmigrantes sin papeles", sino que también se ocupa de desempleados, pensionistas y familias enteras sin recursos, que acuden en busca de ayuda.