Al margen de este conflicto particular, algunos vecinos reconocen que es "tradición" en el barrio "buscarse la vida" para hacer reformas esquivando la normativa desde que está protegido (Bien de Interés Cultural) y se han multiplicado las trabas para actuar en las viviendas. Así lo confirma el propietario de una de las populares casas con fachada de azulejos -que prefiere mantener el anonimato-, al que no daban licencia para reformar su casa, seriamente dañada. Según explica, expuso su situación en el ayuntamiento, pidiendo una solución alternativa para el estado de su casa, ya que no le daban licencia. "Se produjo silencio administrativo. Tiré la casa entera, salvo la fachada, y la reformé sin licencia", relata. No es el único caso. En su misma calle, apunta, un vecino "construyó entera una casa de 140 metros de planta". j. l. g.valencia