Valencia lo bloqueaba y Paiporta lo rechazaba de forma tajante. Pero al final, ambas ciudades tendrán que convivir con el nuevo Centro de Inserción Social (CIS) para presos de tercer grado. El Gobierno emplazará la infraestructura penitenciaria en suelo del apartado barrio valenciano del Zafranar, en el término municipal de Valencia, justo pegado al linde con el término de Paiporta. Y no se trata de una intención. Ya es un hecho consumado. El Ministerio de la Presidencia publicó ayer la lista con cuatro parcelas que van a ser sometidas a "expropiación forzosa y urgente ocupación" para construir el nuevo CIS, de más de 400 plazas y proyectado para aliviar el colapsado centro de inserción social de la cárcel de Picassent. Las cuatro parcelas juntas suman 11.647 metros cuadrados y pertenecen a dos particulares y a los Agricultores de la Vega de Valencia, SA.

La decisión sorprende por dos motivos. En primer lugar, porque el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ricardo Peralta, descartó construir el centro en Paiporta después de la campaña en contra del CIS que abanderó el alcalde de esta localidad de l'Horta el año pasado. El primer edil, Vicente Ibor, llegó a escribir una carta a Zapatero en la que detallaba la "repugnancia" que suscitaba la idea de que el asesino de la joven picanyera Carolina Planells, asesinada en Paiporta en 2009, cumpliera pena en su localidad en un futuro próximo. También alertaba de que, "estadísticamente, el 30% de los internos de tercer grado reincide". Al CIS van, mayoritariamente, los reclusos en último tramo de condena que están obligados a dormir bajo la supervisión de Instituciones Penitenciarias.

En segundo lugar, la elección de Valencia choca porque, tan cerca como el mes pasado, Peralta manifestó que el Gobierno buscaba otras ubicaciones para el centro de inserción social por "no colaborar" el Ayuntamiento de Valencia. De hecho, el Ministerio del Interior entregó en abril de 2008 al consistorio que preside Rita Barberá un listado de solares en Valencia para que eligiera la ubicación idónea. Según ha podido saber este diario, la semana pasada todavía no había existido acuerdo de ningún tipo entre el ayuntamiento del PP y el Ejecutivo socialista.

Buenas comunicaciones

Pero el Gobierno ya tiene decidido el emplazamiento. Y será, como quería desde un principio, en Valencia. La Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios considera que el mejor emplazamiento para el nuevo CIS es la ciudad de Valencia porque dispone de un amplio servicio de transporte público que permite que los presos en tercer grado puedan trabajar durante el día e ir a dormir al centro de inserción social. En este sentido, los terrenos elegidos entre Patraix, Tres Forques y San Isidro, están bien comunicados con la autovía de Torrent y el metro.

Tras la publicación ayer en el BOE del anuncio de expropiación, se abre un periodo de quince días para presentar las alegaciones. Es el primer paso administrativo para alcanzar el objetivo de Instituciones Penitenciarias: que el CIS de Valencia entre en funcionamiento en 2012. Y si es posible, antes, por la masificación del centro de Picassent.