Esteban Cuesta, exgerente de Emarsa, la empresa pública liquidada con un agujero de 17 millones de euros, declaró ante el juez no conocer el paradero de numerosos regalos de lujo realizados por la depuradora de Pinedo entre 2006 y 2009 y valorados en decenas de miles de euros. En su declaración en el Juzgado número 15 de Valencia explicó que se debería preguntar al expresidente de la entidad y vicepresidente de la Diputación, Enrique Crespo, para aclarar los destinatarios de estas prebendas ya que, según aseguró, "el presidente elegía los regalos que había que comprar y era el que los ordenaba y decidía a quién había que mandárselos".

Hasta la fecha, se ha ido conociendo que compras como dispositivos musicales, maletas, cerámica o bolígrafos de Montblanc fueron a parar a los miembros del consejo de administración. Pero, en el sumario del caso se encuentran numerosas facturas de regalos como joyas, relojes o bolsos de la tienda Loewe de los cuáles se desconoce a quien fueron entregados.

Entre las facturas en poder del juez hay 11.145 euros en bolsos de lujo, alguno, como un bolso mini Amazona de cestería de Loewe valorado en 1.100 euros. Otra facturas que llama la atención es la de un reloj valorado en 3.000 euros o un pago de 8.840 euros en relojes el 14 de diciembre de 2007.

En todas las facturas aparece la firma de alguno de los principales imputados, bien el exgerente, bien el diretor financiero. La estampa del presidente, Enrique Crespo, no aparece en ninguno de los pagos realizado en concepto de regalos u obsequios.

La instrucción continúa hoy con las declaraciones de los imputados y los testigos aunque el juez ya lleva más de nueve meses de trabajo. Así, en el sumario se encuentran todos los movimientos de las cuentas de los principales imputados. De hecho, en la última declaración de Esteban Cuesta el instructor ya le inquirió al exgerente sobre movimientos de dinero sin justificar en su cuenta corriente que superarían los 350.000 euros. Por su parte, las empresas cuyos administradores han sido imputados también están siendo investigadas a fondo. En poder del juez ya obran informes de la Agencia Tributaria sobre los movimientos de las mercantiles acusadas en la querella de haber hinchado facturas y de cobrar trabajos no realizados.

El IVF avaló 8 millones a Emarsa

El sumario consta de unos 15 tomos, más de 10.000 folios, donde se detallan desde los movimientos de lodos a los consejos de administración. Los documentos revelan que en 2006 la depuradora de Pinedo solicitó un crédito de ocho millones de euros que fue avalado por el Instituto Valenciano de Finanzas.

Sobre algunos de los viajes, este periódico ha podido saber que la depuradora de Pinedo costeó viajes de miembros de la Epsar y del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias. En este caso, según las mismas fuentes, Emarsa los enviaba junto a directivos a intentar captar capital en ferias de Alemania y Rumanía a cambio de la tecnología de secado de lodos que usaba la depuradora de Pinedo. En el sumario no consta que se consiguiera ninguna inversión, de hecho, Emarsa fue liquidada con 17 millones de euros de dinero público mediante un préstamo solicitado por la Entidad metropolitana de Servicios Hidráulicos.

Cuesta y una contratista, hoy ante el juez

Dos continuarán hoy en el juzgado de instrucción número 15 de Valencia. Esta tarde se reanudará el interrogatorio al exgerente de Emarsa, Esteban Cuesta, con las preguntas de la fiscalía y de los abogados de la acusación y la defensa. En los dos días anteriores fue interpelado por el magistrado que investiga el agujero de 17 millones.

Por la mañana, será el turno de María Paz García Martínez, administradora de Mantenimientos Valmasark y Construcciones y Reformas Rocafort, que facturaron a Emarsa 846.614 euros y 3.434.176 euros, respectivamente, en los últimos años. En la querella interpuesta por la entidad metropolitana se le acusa de haber cobrado por trabajos no realizados y de haber hinchado facturas. Su imputación se basa en un informe del jefe de mantenimiento de la depuradora de Pinedo.