La Conselleria de Cultura ha obligado, en la tramitación del catálogo de edificios protegidos de la revisión del PGOU, a proteger un panel cerámico de 1919 de una de las casas modernistas del Cabanyal. La declaración del panel como Bien de Relevancia Local que exige Cultura entra en contradicción con el plan especial (Pepri) del Cabanyal, que en la actualidad está pendiente de una resolución del Tribunal Constitucional.

La vivienda donde está el panel está ubicada en el número 37 de la calle Mediterráneo. Aunque no está en la zona de la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, el Pepri prevé derribarla junto con otro grupo de casas típicas del barrio de pescadores para liberar una parcela de uso escolar destinada a instituto.

La ficha del Catálogo de Bienes Protegidos del nuevo PGOU afirma que el estado de conservación del panel, que representa la pesca tradicional con bueyes (pesca "dels bous"), es "bueno", si bien "el riesgo de destrucción es alto porque en el planeamiento vigente los edificios desaparecen".

La revisión del PGOU que se inició hace ocho años obliga a incorporar al catálogo los bienes patrimoniales tanto de naturaleza urbana como rural. Ambos catálogos fueron aprobados por el pleno en 2011 y posteriormente remitidos a la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura para que emitiera informe.

Las correcciones de la conselleria obligan a proteger el panel de la calle Mediterráneo pese a estar previsto el derribo de la casa. Está por ver cómo gestionará ahora esta contradicción el gobierno local. Un antecedente es la emblemática lonja de pescadores del Cabanyal, un edificio protegido afectado por la prolongación que el equipo de gobierno anunció que trasladaría piedra a piedra. El problema es que en el caso de los paneles la ley de patrimonio obliga a proteger el entorno del bien para evitar una pérdida de contexto histórico.

En las correcciones que ha hecho Cultura también figura el panel cerámico de San Vicente Ferrer de la Casa Luna del Parque de Marxalenes, que en este caso pierde la protección como BRL que le asignaba el ayuntamiento al entender que se ha reconstruido y que ya no es digno de protección.

No ha corrido mejor suerte el panel cerámico de la calle En Gorco, que tal como informó este diario la conselleria ha obligado a incluir en el catálogo, pese a haber sido robado, "por si aparece".