Contactos del equipo de Gobierno con los vecinos del Cabanyal los hay y los seguirá habiendo, pero la alcaldesa Rita Barberá se niega rotundamente a reunirse con la plataforma Salvem el Cabanyal, a la que volvió a acusar ayer de "violentos". Con este mensaje Barberá arrojaba un jarro de agua fría a los firmantes del manifiesto por la rehabilitación del barrio, entre los que están tanto los "salvem" como la asociación Si Volem, una comunión al margen de la prolongación de Blasco Ibáñez ratificada el miércoles en una gran asamblea vecinal.

Rita Barberá considera "una buena noticia" que los vecinos de uno y otro lado tengan puntos de encuentro, pero recordó que su equipo de Gobierno trabaja desde el primer día de la legislatura para "encontrar una solución urbanística" que resuelva el problema definitivamente, en referencia a "la orden de paralización que metió la izquierda en este barrio querido de Valencia".

Entre tanto, dijo, se trabaja para mejorar la limpieza y la seguridad "en contacto permanente con la gente nuestra que vive en el Cabanyal", con la que hay contactos permanentes y va a seguir habiéndolos, dijo. Lo que no contempla es sentar a esa mesa a Salvem el Cabanyal. "Yo con gente violenta no me siento y ahí hay personas que han demostrado violencia verbal, física y escrita", aseguró con contundencia.