Ya no se puede ni levantar, aunque aseguran que, poco a poco, «va mejorando». El caballo que fue corneado el pasado 3 de septiembre en la primera Entrada de Toros de Segorbe presenta un pésimo estado y se encuentra en las instalaciones del Club Hípico Aldi, ubicado en el polígono industrial de Alboraia. Fuentes de la instalaciones aseguraron a Levante-EMV que al animal le visitan tanto el veterinario que asiste al resto de animales de la cuadra, como su propietario, Manuel Zarzoso, un conocido caballista de Segorbe.

Se llama Nativo XXIX, pero en Alboraia le llaman «torero». Llegó hace varias semanas a la cuadra, recién llegado del hospital veterinario de San Vicente del Raspeig (Alicante), donde fue operado de tras las dos cornadas que le espetó un toro que se quedó rezagado en la entrada segorbina e hirió a otros dos caballos, aunque en menor medida que a «torero».

Tras permanecer hospitalizado en San Vicente del Raspeig, el animal fue trasladado al Club Hípico Aldi de Alboraia „aunque su dueño reside en Segorbe„ donde, para más desgracia, sufrió una caída al llegar, debido a su débil estado. De la cornada del astado hace ya más de un mes y medio. En Alboraia ocupa una cuadra individual donde el animal yace todo el día. Las instalaciones son como una especie de albergue para caballos.

A «torero» las fuerzas le fallan a la hora de ponerse en pie, aunque desde el centro afirman que el veterinario de las instalaciones le visita a diario y que, aunque no lo parezca, el animal mejora ya que las heridas que sufrió fueron muy graves. «Si no ha muerto ya, este caballo no se muere», afirmaban ayer desde Aldi.

Sin embargo, desde la protectora de animales de Valencia, Modepran, opinan lo contrario. «El animal ha sufrido mucho, y si no se levanta, es que aún sufre. Quedó en el suelo, totalmente expuesto a las embestidas de la res, que le asestó varias cornadas en el bajo vientre y en el cuadro posterior derecho. Ha sido operado, se cayó en cuanto llegó a las instalaciones de Alboraia y los caballos no son inmortales», explicó Amparo Requena, portavoz de Modepran.

Desde la protectora de Valencia no dudan de que el veterinario de las instalaciones de Alboraia «visite al animal», pero abrirán una investigación para ver, exactamente, «qué tratamiento se le está proporcionando y qué cuidados necesita para sobrevivir. Y si vemos que no está recibiendo los cuidados necesarios por parte de su propietario, que es, al fin y al cabo, el máximo responsable del animal, exigiremos que se depuren responsabilidades porque cuando uno tiene un caballo debe encargarse de él. Tanto cuando va montado encima en una entrada taurina como si, finalmente, es corneado por otro animal, como es el caso».

Este diario no pudo contactar ayer con el propietario del animal, el conocido caballista segorbino Manuel Zarzoso.