Miles de valencianos abrieron ayer los ojos como platos en sus camas a eso de las 7.30 horas. Por su cabeza pasó la misma idea: "Es verdad, la "despertà"". La "despertà" de 2013, que congregó ayer a 1.907 falleros de decenas de comisiones de Valencia en el centro de la ciudad, fue más "silenciosa" que otros años porque participaron unas 200 personas menos que en 2012, cuando se inscribieron cerca de 2.100 personas. Todos ellos llenaron del atronar de los petardos y del acre olor de la pólvora la calle de la Paz, la de San Vicente y la plaza del Ayuntamiento. La "despertà" intenta disipar las sombras sobre su futuro, provocadas por la necesidad de sacarse un curso especializado para poder tirar "trons de bac" -para los que ya sólo queda un fabricante, Zarzoso-. A las 8 horas, se disparó una pequeña "mascletà" en la misma plaza y se repartió chocolate con churros en el tradicional desayuno fallero. Los cientos de miles de festeros recordaron así que se acerca marzo, comienza su mes.

En los días previos a la "despertà" estaba en boca de todos la polémica con los "trons de bac", aunque cuando las cortes de honor de Begoña Jiménez y Clara González echaron a andar, todo lo que se había hablado sobre los proyectiles más grandes y más vigilados por la Unión Europea quedó en segundo plano. Lo más importante eran dos cosas: no perderse en el humo blanco y hacer el mayor ruido posible para recordar a los vecinos de las calles más céntricas que febrero da sus últimos coletazos y comienza el mes fallero por excelencia.

Todos los participantes iban identificados. La Junta Central Fallera, cuando aún era de noche, se encargó de controlar en la plaza de Alfonso el Magnánimo que las identificaciones estaban en regla. Las "bombetas" que lanzaban las falleras más pequeñas contrastaban con los grandes petardos que atronaban en las calles adyacentes al recorrido principal de la "despertà" 2013, pues muchos falleros optaron por desviarse del camino previsto para lanzar a sus aires petardos por lugares como la plaza del Patriarca o la calle de la Nau. Los participantes en la primera "despertà" de 2013 llegaron al ayuntamiento en apenas 20 minutos desde que comenzó la marcha desde el Parterre. Se disparó, después, una pequeña "traca" y con chocolate y churros de desayuno se puso punto final al primer acto del día de la Crida.