La Guerra de la Independencia contra los franceses, la de Sucesión y la Guerra Civil Española son algunas de las batallas a las que las Torres de Quart han resistido hasta día de hoy. Por eso, el monumento recoge desde ayer una exposición permanente con un total de 37 piezas como mallas, escudos, espadas y otras armas encontradas entre los siglos XIII y XX.

Las piezas bélicas pertenecen a la Colección Municipal de Armas del Ayuntamiento de Valencia compuesta por doscientas armas ordenados cronológicamente. La inauguración de la exposición, que se celebró ayer, contó con la presencia de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y de la concejala de Cultura, María Irene Beneyto, quien propuso este proyecto. El acto inaugural arrancó con una recreación histórica de e soldados del 51 regimiento napoleónico y de soldados de batallones españoles durante Guerra de la Independencia encarnada por algunos miembros de la Asociación Cultural de Amigos del Museo Histórico. Los colaboradores escenificaron en la plaza de Santa Úrsula los salvos de honor y levantamientos de armas que se realizaban en la época.

La exposición, abierta de martes a domingo y gratuita hasta enero, propone un recorrido histórico a través de estos objetos clasificados por funcionamiento y cronología almacenados anteriormente en el Museo Benlliure. «Con esta colección queremos potenciar el atractivo turístico de las Torres, ya que reciben menos visitas que otros monumentos como las Torres de Serrano o la Lonja», declara Beneyto.

Proceso de restauración

La riada del 1957 dejó en malas condiciones las piezas y por ello han sido sometidas a tratamientos de desoxidación y deshumidificación. Además, todas las armas han sido tratadas con cuidado y se encuentran dentro de una vitrina de cristal para que no se deterioren. Asimismo, también se pueden ver espadas y espadines del siglo XVIII.

Según la alcaldesa de Valencia, la colección se encuentra en las Torres de Quart porque es un «símbolo de la batalla de Valencia contra los franceses en 1808 y restauraciones así devuelven la vida a los antiguos monumentos». De hecho, todavía se aprecian los boquetes de los cañones en las paredes delanteras de la antigua muralla.