Pellicer: «Somos una especie a proteger y nuestro futuro tiene proyecto, pero no se materializa»

El maestro mayor reclama presupuestos ajustados para hacer viable la profesión

El maestro mayor, durante su intervención

El maestro mayor, durante su intervención / Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

El maestro mayor del Gremio de Artistas Falleros, Paco Pellicer, aprovechó el discurso en la fiesta de los artistas y tras la entrega de los Ninots d’Or para reclamar una nueva forma de afrontar las exigencias de la profesión, desde hace años amenazada. «Somos una especie a proteger, porque ser Patrimonio Inmaterial obliga a mantener vivos los aspectos singulares de la fiesta. Estamos acostumbrados a afrontar nuestros compromisos y hacerlos en tiempo y forma y no sólo en Fallas. Proyecto, acuerdo entre partes y materialización. Faltaría añadir compromiso. Nuestro futuro tiene proyecto y acuerdo, pero no se ve intención de ser materializado. Y no es una cuestión de cuatro años. Tenemos que consolidar el oficio y a la vez recuperar la Ciudad del Artista Fallero. Y no es algo de cuatro días. Llevamos pidiéndolo mucho tiempo y esperamos no tener que pedirlo mucho más», dijo Pellicer. 

"Abrir las agendas ya"

Por todo ello, reclamó «abrir ya las agendas y acabar lo que hemos empezado. No nos dejemos atrapar por la apatía». También incidió en la pregunta de si no hay artistas o no quieren trabajar más. «Partimos de la premisa de que las comisiones invierten en falla con buena voluntad y hacen un esfuerzo. Entonces hay que analizar qué necesidades tiene un profesional. Artistas y comisiones deberían presupuestar desde el diseño hasta la acción de plantar. Sólo así podríamos valorar de verdad el coste real de una falla. Con naves asequibles para los que empiezan y para los que ya están. El artista fallero se está dando cuenta, aún a costa de algunos disgustos. Y aunque siempre se esforzará por hacer mucho y bien, también pediremos presupuesto mínimos y trabajos más ajustados al dinero. El futuro es compartido entre artistas y comisiones. Trabajemos juntos».

Reconocimiento y abandonar de una vez la "industria"

Pellicer se mostró impaciente por la solución de los problemas. «La profesión de artista fallero debe quedar protegida. Ha de ser mimada. Y tenemos que ir juntos con la administración, local y autonómica. Llevamos años reclamando el reconocimeinto profesional en el catálogo nacional de profesiones. Estamos convencidos de que nuestra singularidad precisa de un marco y un convenio propio, recupernado la categoría artesanal, que a vista de las administraciones se ha transformado en industriales».

Tambien durante la entrega de los Ninots d'Or, uno de los galardonados, José Manuel Acosta, hizo un llamamiento a organizar para los artistas falleros cursillos y nociones de gestión de empresa, sugerencia que fue recibida entre aplausos, en alusión a la siempre cuestionable capacidad de los profesionales para administrar la economía y sus transacciones.