La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, visitó ayer el «Discapacentro» de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe), bordeando una vez más la legislación electoral, que prohíbe inauguraciones, primeras piedras y todo tipo de actos de promoción pública desde el momento mismo en que se convocan las elecciones (31 de marzo). En este caso, la alcaldesa suspendió primero su asistencia a la inauguración, que tuvo lugar la semana pasada, y organizó una visita ayer como candidata del PP y con convocatoria del Grupo Popular. Además, reivindicó su derecho a ir a los sitios como «una valenciana más» y aseguró que seguirá así toda la campaña.

Nada más comenzar el periodo electoral, Rita Barberá visitó dos jardines en obras que desencadenaron una denuncia del Grupo Socialista ante la Junta Electoral Provincial. Primero le dio la razón a la alcaldesa al considerarlas «visitas técnicas», pero luego admitió parcialmente el recurso socialista y sancionó a Barberá por una de ellas.

Ante tal circunstancia Barberá ha decidido seguir con su agenda, pero cambiando los procedimientos para mantenerse dentro de la legalidad. Es decir, hacer los mismos actos con formas distintas. El de ayer fue un ejemplo.

La inauguración del «Discapacentro», cuyo local ha sido cedido por el Ayuntamiento de Valencia a la organización de discapacitados Cocemfe, se inauguró la semana pasada. En principio, Rita Barberá anunció que iría a la inauguración, pero luego lo borró de su agenda para no incumplir la ley.

Su alternativa ha sido organizar una visita, la de ayer, en calidad de alcaldesa y candidata del PP y dentro de la agenda del Grupo Popular. Con ella estuvieron la concejala de Bienestar Social, Ana Albert; de Sanidad, Lourdes Bernal; y el responsable de Urbanismo, Carlos Mundina, todos ellos candidatos.

Tras recorrer las instalaciones, Barberá lamentó que «la izquierda no sepa hacer política normal y quiera que se la hagan otros», en referencia a los recursos socialistas ante la Junta Electoral.

A su juicio, lo de ayer fue «una visita normal», pues la inauguración fue hace una semana. «Soy una valenciana más, a ver si no voy a poder entrar en los sitios», explicó.

Rita Barberá asegura, por tanto, que cumplirá la ley escrupulosamente, pero pidió que le dejen hacer campaña. Lo que no es normal, a su juicio, es que «no la dejen ni salir a la calle».