La nueva climatología, derivada del ya archiconocido cambio climático, está teniendo consecuencias en la flora y la fauna de nuestros parques y jardines. En pleno mes de septiembre y con el otoño llamando a la puerta, decenas de especies vuelven a echar flor y algunos pájaros anidan por segunda vez. Es una nueva primavera para disfrutar dentro de la ciudad.

Ya viene ocurriendo en los últimos años y en esta ocasión con más intensidad. El calor se instala en nuestras vidas demasiado pronto y termina más tarde de lo habitual. En agosto y septiembre, además, ha habido lluvias intermitentes que han acabado de provocar un fenómeno ciertamente anormal, pero muy de agradecer desde el punto de vista del ocio.

Especies como la jacaranda, las adelfas, la buganvilla, la lantana (banderita española), la altea o la «chorisia speciosa» prolongan su floración o echan flores por segunda vez. Especialmente llamativo es el caso de la altea, que vive muy pendiente del frío y que se encuentra ahora en su máximo esplendor.

El cambio climático llega incluso a las especies animales. Aves como la tórtola o el papamoscas, muy comunes en nuestros parques, hacen una segunda puesta de huevos en estas fechas, cuando lo habitual es que anide únicamente en primavera-verano.

Para los expertos en jardinería, el fenómeno viene notándose en los últimos años, pero 2015 está siendo muy sensible en este sentido. Su continuidad, no obstante, dependerá del clima de las próximas semanas, que ase aventura húmedo y caluroso. Entre tanto, los parques y jardines de Valencia ofrecen a los vecinos una segunda primavera.