El alcalde de Valencia ha renunciado al cobro de dietas por su participación en las reuniones del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de Valencia. Aunque parezca una cuestión menor, los consejeros del puerto cobran 800 euros por reunión y hay «entre ocho y nueve» encuentros al año, lo que suma una cantidad cercana a los 7.000 euros por ejercicio.

El ayuntamiento dio a conocer ayer la decisión de Ribó justo antes de que el alcalde asista hoy a su primera reunión como consejero del puerto. Y contrapone su actitud con la de la anterior alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, «que sí percibía una retribución económica por este concepto».

Según fuentes de la Autoridad Portuaria, la asistencia al Consejo de Administración del puerto se paga a 800 euros por persona, lo que multiplicado por las «ocho o nueve» reuniones que hay cada año totalizan una cantidad próxima a los 7.000 euros anuales. Es más, antes del año 2010 esa cantidad era un 20% más alta, es decir, se pagaba a 1.000 euros la sesión, dijeron las fuentes.

Hay que significar, en cualquier caso, que varios de los 15 miembros del Consejo de Administración han renunciado expresamente al cobro de estas dietas y que otros, como por ejemplo el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, no pueden cobrarlo por las incompatibilidades que acarrea su condición de representante del Estado.

Ya cobra como alcalde

En el caso de Ribó, renuncia a las dietas porque «ya percibe un sueldo como alcalde y considera que no debe recibir retribución alguna de la Autoridad Portuaria por asistir a reuniones en las que se tratan asuntos que afectan a la ciudad de Valencia».

De otros consejos de administración como los de Feria Valencia o el Consorcio 2007, Ribó no cobra dietas, con lo que la cuenta en este sentido está a cero.