La junta de gobierno local del Ayuntamiento de Valencia aprobó ayer el encargo a Aumsa de la revisión pormenorizada del PGOU, renunciando a la revisión estructural impulsada por el anterior gobierno del PP que preveía la reclasificación de 400 hectáreas de huerta para viviendas y nuevos viales. Entre las zonas de huerta que se salvan de una reclasificación a futuro está el sector de Faitanar. Así lo anunció ayer el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, al término de la junta de gobierno en una comparencia conjunta con el portavoz socialista y concejal de Desarrollo Económico, Joan Calabuig. Sarriá aseguró que «la terciarización» y los «usos encubiertos» de la huerta, en alusión a la reserva de huerta para grandes dotaciones prevista en Faitanar, serán suprimidos. Como también la reserva de huerta para la ampliación de la Universidad Politécnica de Valencia. El propio concejal recordó que la Universidad había renunciado a medio plazo a la ampliación del campus así como al nuevo vial prevista en plena huerta de Vera.

Sarrià explicó que la voluntad del gobierno tripartito (Compromís, PSPV y Valencia en Comú) es impulsar una revisión en suelo urbano, donde todavía hay suelo para construir 40.000 viviendas, sin ocupar más huerta. Su objetivo en este proceso será que los municipios vecinos también limiten su crecimiento en las zonas de huerta. Para esto, dijo el concejal, se trabajará conjuntamente con la Conselleria de Vivienda y Vertebración del Territorio que ya ha anunciado su intención de aprobar un Plan Territorial Metropolitano. «Queremos que las restricciones al cremiento en la huerta se hagan extensivas al resto de municipios», recalcó Sarrià.

En el proceso de revisión pormenorizada, explicó Sarriá, se llevará a cabo un proceso de participación pública. En este punto Sarrià reprochó al anterior gobierno del PP que «confundiera la participación pública con la exposición pública». El proceso de exposición pública del anterior gobierno dio como resultado 26.000 alegaciones que ahora están en proceso de información y respuesta por parte de los técnicos municipales.

Sarriá calificó ayer de «urgente» la necesidad de «abordar la reforma de barrios que, por muchas razones „socioeconómicas, marginaciones históricas dotacionales o de calidad urbana, de singularidad, etc„ necesitan actuaciones».

La revisión, explicó Sarrià, afectará «a la renovación urbana, al diseño de nuevos espacios interiores, a los programas de rehabilitación de edificios y viviendas, a la mejora del espacio público, a los equipamientos de carácter multidisciplinar, así como a garantizar el acceso a la vivienda». Valencia, insistió el concejal de Desarrollo Urbano, «no necesita ocupar nuevos sectores de huerta, no necesita crecer hacia fuera; lo que necesita es una revisión en profundidad del planeamiento del suelo urbano, de las previsiones que no pudieron ser cumplidas del último PGOU.