En la oposición municipal también hay voces a favor de dar un paso cualitativo de primer orden. Así, la edil responsable del área de fiestas en Ciudadanos, Amparo Picó, lo calificaba como «un puntazo. No ya el mejor sitio posible, sino un lugar que hace justicia a la mejor fiesta del mundo». Picó aboga por el traslado del Museo Fallero «porque el edificio de Monteolivete no está acondicionado para eso. No tiene una estructura adecuada. Si ahora tienes que estar subiendo y bajando escaleras continuamente, ¿qué no pasaría si cogemos las siguientes plantas?. El sitio actual no hace justicia. La cuestión es creérnoslo. Sobre todo, porque todos sabemos que hay que tomar una decisión y pronto, ya que en el actual recinto no cabe prácticamente nada». Sólo ponía el pero de que «si hay posibilidad de la permuta, que no se resintiera nada la calidad del servicio de Correos, naturalmente». Pero aún así, «un lugar en el corazón de Valencia es el lugar que merece la fiesta».

Picó también aseguraba que «si no aprovechamos los momentos, los títulos se quedarán en eso: en unos títulos que no reportan nada. Y no estamos hablando sólo de un lugar bueno turísticamente hablando: también para el ciudadano de Valencia, que vive de espaldas al Museo Fallero porque no está en un lugar precisamente adecuado».

El concejal popular Félix Crespo apuntó que «antes de nada habría que saber algunas cuestiones. Por ejemplo, qué se puede hacer en materia de obras en un espacio como ése, que es un edificio protegido. Indiscutiblemente, es imposible encontrar una ubicación mejor, o más fácil de encontrar... por supuesto, pero primero habría que hacer un análisis técnico riguroso y tener visión de futuro de que, con el paso de los años, la "familia" crecerá y podemos encontrarnos con un problema similar. Me gustaría saber exactamente cuántos metros útiles tiene un espacio tan diáfano como es ese. Sobre todo, viabilidad» y apuntó también que «habrá que preguntarse también que tiene que decir al respecto el propio servicio de Correos».