El director general del Consorcio 2007, que gestiona la Marina, Vicent Llorens, indicó ayer al respecto del festival de Paellas Universitarias que no le «gustó nada» la imagen que dan, señalando que ese tipo de eventos quedan fuera del plan estratégico recientemente presentado para zona marítima , que pasa por un proyecto de innovación empresarial, deporte náutico, zonas verdes y gastronomía.

De esta forma, Llorens se alineó con las opiniones realizadas el viernes por los empresarios de la zona, que criticaron el evento e incluso indicaron que estudiarán poner una denuncia por los perjuicios provocados por el que calificaron como «macrobotellón». El delegado de la Asociación de Empresarios de la Marina, Tomas Brandz, aseguró que «la expansión acústica y la contaminación» de las Paellas Universitarias, impidió trabajar con normalidad en los establecimientos, y añadió que se sentarán con los representantes del Consorcio (conformado por las administraciones local, con el alcalde de València como presidente; autonómica y estatal) y con los organizadores del evento.

Tras este macroevento del que los empresarios criticaron el «estado etílico elevado» de algunos de los participantes, y lamentaban la celebración de actos como este y el del Marenostru el año pasado, ayer se conocía la noticia de que precisamente ese festival de música electrónica descartaba su ubicación en Alboraia y solicitaba repetir en la Marina.

Así lo confirmaron fuentes de la empresa organizadora a este diario, y también Vicent Llorens, quien aseguraba que tan solo había una petición y que todavía debía estudiarse toda la documentación entregada por los promotores. Del mismo modo, recordó que es el ayuntamiento quien da el permiso a este tipo de eventos, como las paellas y el festival, y al preguntarle su opinión al respecto de que se celebre indicó: «no es lo mismo un festival que las paellas. Esperamos que en un futuro el ayuntamiento cuente con un espacio más apropiado para acoger este tipo de eventos musicales, pero por el momento la Marina los acoge porque el ayuntamiento no tiene aún ese espacio».

El año pasado la zona marítima ya acogió el Marenostrum tras ser anulado en Alboraia para ofrecer una solución a las miles de personas que habían comprado su entrada. Generalitat y organizadores pactaron este espacio después que el Ayuntamiento de Alboraia no lo autorizara, basándose en el informe negativo de la Conselleria de Obras Públicas.

Entonces el lugar elegido fue el paraje dels Peixets del citado municipio. Allí ya se había montado gran parte del escenario y la infraestructura que tuvo que ser retirada ante la negativa de la conselleria.

De nuevo este año la organización tenía como primera opción sobre la mesa volver a Alboraia, y había marcado ya en el calendario el mes de julio. La idea era organizarlo en el aparcamiento de un centro comercial de Port Saplaya. Sin embargo, tres de los cinco grupos políticos con representación en el ayuntamiento y una plataforma de vecinos y hosteleros rechazaban de pleno la celebración en ese emplazamiento, al considerar que no cumplía las condiciones de seguridad necesarias.

Así, los organizadores han decidido finalmente no presentar la documentación del proyecto al consistorio e intentarán ahora buscar un nuevo escenario en la ciudad de València.