El Ayuntamiento de València ha confirmado la devolución de las fuentes de la Alameda al aspecto que tenían en los años 80, es decir, pintadas completamente de blanco. La que está pegada al puente de Aragón ya fue transformada en el mes de julio pasado y la del Llano del Real ha sido terminada estos días. El compromiso de la empresa era entregarla precisamente ayer.

Los dos fuentes de la Alameda, situadas en los extremos de esta vía paralela al cauce del río, tienen su origen en la Exposición Regional de 1909 y originariamente eran de color negro, es decir, de hierro fundido pintado. Sin embargo, en los años 80 fueron pintadas de color blanco para darles una claridad que habían perdido y ponerlas en valor según la iconografía del momento.

No sería, sin embargo, su última transformación, pues en 2009, al cumplirse el centenario de la Exposición Regional, el anterior gobierno del PP decidió devolver las fuentes a su color original y pintarlas de nuevo de negro.

Y así han estado estos años, hasta que el nuevo gobierno municipal decidió cambiarlas de nuevo y devolverlas a su estado de los años ochenta en sintonía con la decoración del entorno.

Con esa decisión vino la polémica entre quienes eran partidarios de esta devolución a la claridad y quienes mantienen su defensa de la tradición, o lo que es lo mismo, el color negro original de las fuentes. Pero a pesar de ello, en el mes de julio se procedió a pintar la primera de las fuentes, la situada junto al Puente de Aragón. Y en las últimas semanas, como estaba previsto, se ha procedido a pintar la que está en la parte contraria, en el Llano del Real, frente a la puerta principal de Viveros.

Limpieza y pintura

Esta semana se estaban terminando los trabajos en la propia fuente, consistentes en una capa de pintura resistente al agua completamente blanca. Según los trabajadores, la otra capa negra no ha sido retirada. Únicamente se ha limpiado y se ha quitado el óxido, ya que las capas de pintura aportan protección al hierro fundido, aseguran. También estaba previsto pintar el interior del estanque, dejando en piedra únicamente el exterior del mismo. Y el compromiso de la empresa era entregar el trabajo ayer mismo.

Si la primea fuente se pintó antes del verano con vistas a la feria de Julio y a la Batalla de Flores, que se celebra precisamente allí, en esta ocasión la idea era que estuviera lista para la Navidad.