El ayuntamiento de València ha habilitado unas nuevas dependencias municipales para hacer frente a la operación frío y poder ser utilizadas por las personas que viven en la calle. Estas instalaciones, ubicadas en la calle Maria Llácer, número 20, fueron visitadas ayer por la concejala de Servicios Sociales, Consol Castillo, acompañada por el concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, y el de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià.

Este Centro de Baja Exigencia va a estar «en la reserva», dijo, la concejala, y preparado para funcionar como refuerzo extra durante la denominada «operación frío» en caso de temperaturas excepcionalmente extremas. Ya que la oferta existente cubre las necesidades que se producen normalmente en València, y que el objetivo «es que poco a poco se vaya convirtiendo en un centro de respiro que dé satisfacción a las necesidades básicas de las personas que viven en la calle».

La intención es dotarlo de equipamientos como, por ejemplo, una lavadora/secadora que puedan utilizar las personas sin techo -comentó Castillo- y que cuente con un ampliado equipo de voluntarios que ayuden a los usuarios en aspectos favorezcan su higiene o su integración social.

«Es un espacio que tiene muchas posibilidades y en el que se podría crear también algún tipo de taller o centro de formación básica donde estas personas pudiesen adquirir unas habilidades que favoreciesen su regreso a la vida normalizada», argumentaba.

El local de este Centro de Baja Exigencia, que dispone de habitaciones, baños y un espacio para poder alojar los animales de compañía de las personas alojadas, fue en otro tiempo el local de las brigadas del ciclo integral del agua y actualmente se encontraba sin utilizar. Los trabajos de acondicionamiento han consistido en la limpieza, pintura y la instalación de nuevos muebles. Este centro se suma sus 10 plazas a las que se ofrecen ya desde el Centro de Atención a Personas sin Techo (CAST), en la calle Jardines.