La huerta de València, y de su entorno, traspasó ayer barreras arquitectónicas tan importantes como son carreteras y edificios de todo tipo para plantarse en el corazón mismo de la ciudad y reivindicar, por tercer año consecutivo, que no solo está ahí, luchando para sobrevivir, sino que es la mejor alternativa para una vida saludable y responsable. De este modo, 55 productores y más de 10 puestos de distribución, así como todo tipo de entidades y asociaciones, formaron parte de «l'Horta a la plaça», una iniciativa del Ayuntamiento de València que ya se encuentra plenamente consolidada y que no paró de recibir visitantes a lo largo de toda la mañana. Esta vez sí, el tiempo, ese al que tanto miran los agricultores cada día, acompañó para este propósito y se pudo celebrar este evento tan esperado tanto por los propios productores como por sus clientes.

La gente, poco a poco, iba llenando sus bolsas con lechugas cosechadas el día anterior, brócolis romanescos que sorprendían a más de uno con sus atrevidas formas geométricas, pero también con productos algo más elaborados como la miel, las aceitunas en «salmorra» o la justamente venerada orxata de chufa.

«L'Horta a la Plaça» es ya un referente de consumo de proximidad y de responsabilidad social colectiva. Tanto es así que ya hay quien reclama que se haga más de una vez al año, como hacían, por ejemplo, desde la cooperativa de trabajo social Crisopa: «Venimos cada año porque esto es espectacular y es un gran gusto la respuesta que recibimos siempre», indicaba Ana Alemany.

Unas paradas más allá, Sento Borrull, de la Xarxa Llauradora, miraba, orgulloso, sus productos, y agradecía el interés de la gente. Eso sí, también lamentaba que en campo «nos estamos quedando sin manos». Y reclamaba más apoyos para que la gente vea que «es viable trabajar en el campo» y que, sobre todo «tiene futuro».

Un puesto destacado tenían los vendedores de Mercavalencia. Uno de ellos, Carlos Aguirre, de la reconocida internacionalmente como «tira de contar» aseguraba que es «muy gratificante ver cómo vienen los clientes y cómo valoran los productos que traemos». Él ponía en valor que todo lo que tenía había sido cosechado el día anterior y aseguraba que destacaba por «su sabor y su calidad».

Potenciar la dieta mediterránea

Al evento asistieron varios concejales del ayuntamiento así como su alcalde, Joan Ribó, o la consellera de Agricultura, Elena Cebrián. El primer edil indicaba que esta es una forma de «ayudar a los agricultores y también a la gente para que se alimente mejor». Y ponía en valor la dieta mediterránea para contrarrestar «muchas enfermedades de occidente». Por su parte, la consellera valoraba el recuperar el espacio público para estos eventos y pedía «dignificar la huerta para la gente que vive y trabaja en ella».