Siete entidades de ciutat vella denunciaron ayer la acción de un artista urbano que, ante la negativa de los vecinos de que realizara un mural por el Día del Mujer, dejó como recuerdo una pintada con la leyenda «Esto iba a ser un mural por el Día de la Mujer».

Según explican las entidades denunciantes, «un grafitero intentó pintar un lienzo de muro, recién pintado dentro de la campaña dedicada a la eliminación de pintadas en Ciutat Vella, con un presupuesto de unos 36.000 euros».

También entienden que los grafitis no consensuados con los vecinos «son un elemento más de presión para el ´mobbing´ vecinal al ayudar a la suciedad y degradación». «Basta de utilizar reivindicaciones y luchas tan importantes como esta jornada como vía de promoción personal», finaliza el comunicado de denuncia.