El concejal socialista Vicent Sarrià, que fue el representante municipal ante el Gobierno de Rajoy para pedir que se modifique el proyecto de ampliación de la V-21 y se reduzca el impacto sobre la huerta, aseguró ayer que el hecho de firmarse el contrato con la empresa adjudicataria del proyecto, ya con el nuevo Gobierno socialista, ha sido un mero trámite administrativo que no impide que a partir de ahora se puedan mantener conversaciones para reducir ese impacto en determinados puntos del trazado, que son los cinco kilómetros que separa el Carraixet de la entrada a València por la Avenida de Cataluña. Sarrià asegura que, sin cuestionar la obra en su conjunto, el ayuntamiento podrá recuperar las negociaciones con el Gobierno cuando se configure el segundo escalón de la nueva administración socialista.