La ampliación, o mejor dicho, la paralización de la ampliación de la V-21 ha pasado de ser un asunto del Govern de la Nau a ser una cuestión de partido en la que se ha olvidado la condición de socios de gobierno para defender, por separado, posturas antitéticas sobre este asunto.

Si València en Comú ya había roto el consenso al desmarcarse de sus socios y pedir la paralización total de la obra, ayer lo hicieron Compromìs y el Partido Socialista.

Los primeros presentaron un plan alternativo al actual, con una entrada a València por la calle Fausto Elio, mientras que los segundos mantienen su apoyo al proyecto actual con la esperanza de pactar con el ministerio, ahora de su partido, una reducción del impacto sobre la huerta.

La ampliación de la V-21 consiste en la construcción de un tercer carril entre el Carraixet y la entrada a València por la Avenida de Cataluña, proyecto que ya ha sido adjudicado por cerca de 20 millones de euros. El nuevo gobierno socialista, además, le ha dado su bendición acelerando las obras. De hecho, ya ha fijado para los días 23, 24, 25 y 26 de julio el levantamiento de actas de ocupación de los terrenos que serán expropiados.

Es decir, la obra parece no tener retorno y ante ello los tres socios de Gobierno fijan posiciones por separado para dejar claras sus pretensiones ante sus respectivas parroquias.

Ayer, Compromís planteó una propuesta alternativa que supondría una «afectación prácticamente nula» sobre los terrenos de huerta colindantes -estiman que se reduciría en alrededor de un 90 por ciento el terreno a expropiar- y también conllevaría una «solución económica», puesto que implicaría un coste cerca de un 80 % menor a los más de 20 millones de euros por los que se ha adjudicado esta obra.

El portavoz de Compromís en el Congreso de los Diputados, Joan Baldoví, anunció que solicitarán al ministro de Fomento, el valenciano José Luis Ábalos, que haga un «parón» en el proceso, porque «lo único irreversible» es «ocupar» los terrenos que se prevé utilizar y que en algunos casos ya han sido expropiados.

Distribución de tráfico

La idea de Compromís es que se produzca una «distribución del tráfico de entrada a València» para que «no se concentre todo en la rotonda del mirador» (la Torre Miramar) y sea posible una «movilidad más distribuida y más eficaz».

Para ello, esta nueva propuesta consiste en ampliar con un carril más la V-21 en sentido hacia la ciudad empleando para ello el propio espacio de la plataforma de esta autovía, medianas y arcenes, pero únicamente hasta la altura de la prolongación de la calle Serrería, que es la actual calle Ingeniero Fausto Elio.

Al terminar Serrería, la calle Ingeniero Fausto Elio transcurre paralela a la playa de la Patacona hasta la CV-3115, que a su vez conecta con la V-21. Según explicó la diputada Graciela Ferrer, junto a esta vía existen dos carriles que actualmente se encuentran en desuso y que, en su alternativa, se conectarían con los tres carriles de la autovía de entrada a València.

De este modo, la iniciativa de Compromís solo implicaría obras en un tramo de la carretera de entre dos y tres kilómetros -para ampliar de dos a tres carriles la vía y para enlazar este trazado por debajo de la V-21 con los carriles ya existentes y que actualmente son peatonales- y aprovecharía algunos terrenos ya expropiados y la mediana y arcenes.

De esta forma, se crearían dos entradas a la ciudad desde el norte, con lo que todo el tráfico no entraría por la rotonda de la avenida de Cataluña, sino que parte se desviaría hacia el este, en paralelo a la playa de la Patacona.

La propuesta de Compromís descarta construir un carril más en sentido de salida porque, según la diputada en las Corts, «no se registran problemas ni después de los partidos en Mestalla» y «ya hay alternativas para salir hacia el norte». Los recursos que se ahorren, añadió, «que se dediquen a una mejor gestión del transporte público».

Sus socios socialistas, sin embargo, no lo ven igual. Aceptaron a regañadientes la propuesta del gobierno municipal cuando estaba el PP en Madrid y definitivamente no la ven clara ahora. Ayer, la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, la socialista María José Salvador, aseguró que «no renunciará» al proyecto de ampliación de la V-21, aunque estudiará con el Ministerio de Fomento «cómo reducir al máximo las afecciones» sobre la huerta.

Atascos diarios

Para la consellera, «los atascos que se producen en los accesos a València por esta carretera todo el año», hacen «necesaria» la ampliación a tres carriles. «Nosotros no renunciamos al proyecto con el anterior Gobierno y tampoco lo vamos a hacer ahora», dijo. Eso sí, según ha explicado, tienen previsto hablar con el Ministerio de Fomento «cómo reducir al máximo las afecciones», un asunto en el que ve «sensibilidad» y «voluntad» en el nuevo de ministerio de José Luis Ábalos, explicó. «A los anteriores también se lo dijimos pero no recibimos ninguna respuesta», puntualizó.