Si el teléfono de la alcaldesa del Palmar, Raquel Romero, sirve como «pulsómetro» de la situación que vive el pueblo, entonces se podría decir que la convivencia entre vecinos y hosteleros «ha mejorado mucho». No para de recibir llamadas, pero asegura que poco a poco la conciliación se está produciendo. Desde hace unas semanas el Ayuntamiento de València está aplicando una nueva regulación para el uso de las mesas y sillas en la vía pública de este pequeño pueblo del sur. Las restricciones llegaron tras las reiteradas quejas vecinales por la excesiva ocupación del espacio público. Así, se comenzaron a pintar terrazas más pequeñas y la Policía Local transmitió la necesidad a los hosteleros de recoger todo el material de la calle por las noches, de manera que los vecinos puedan estacionar sus vehículos.

Situaciones incómodas

Los hosteleros con los que se ha puesto en contacto este periódico confirman que la mayoría «están cumpliendo las nuevas normas» de ocupación de vía pública, aunque reconocen que algún propietario se está haciendo de rogar, lo que ha provocado «situaciones incómodas» entre dueños de locales, señalan desde el Restaurante Pasqualet. Al parecer se han producido incluso denuncias cruzadas entre locales. Otros propietarios, por su parte, aseguran que la asociación de hosteleros del Palmar está viendo la evolución de la norma para ver si emprenden algún tipo de acción por la decisión del ayuntamiento, señalan desde el Restaurante Albufera. En todo caso, aclaran, «la situación se está regularizando».

La expansión de las terrazas y sillas en El Palmar ha generado problemas de seguridad -porque a veces era difícil crear vías de evacuación-, un problema de tráfico y aparcamiento. Vecinos y propietarios han protagonizado muchas denuncias por esta cuestión, hasta que el Ayuntamiento de València decidió tomar cartas en el asunto este año y limitar las terrazas, como ha hecho en el resto de la ciudad.

La alcaldesa del Palmar, Raquel Romero, explica que la convivencia está mejorando, pero traslada al Ayuntamiento de València la necesidad «de poner una solución definitiva» al problema de las terrazas. «Si todavía hay conflictos, València sabe cómo resolverlos, simplemente tratando a todas las personas por igual», señala.

Desde la Asociación de Vecinos celebran también que la mayoría de los restaurantes esté cumpliendo con la normativa y piden a los que todavía se «rebelan» que den el paso para mejorar la convivencia entre vecinos y propietarios.