Es habitual encontrarse entre las preseleccionadas a fallera mayor a algunas conocidas en los cuadros de honor de actividades fallares oficiales. Especialmente, del concurso de «play back» y del de teatro. Raquel Espasa es más original y dos años, incluyendo el último celebrado, es la campeona del? «campeonato de baloncesto de la Junta Central Fallera». El 3x3 de reciente implantación, con la particularidad de que «es mixto». «He jugado toda la vida y bastante en serio, en mi colegio, Jesús y María. Sin llegar a altas esferas, pero sí que jugué durante muchos, muchos años. No sé si continuaré jugando el concurso de la Junta porque este último año ya había mucho nivel, casi todo son chicos y ya da un poco de 'palo' meterte ahí dentro». Si progresa adecuadamente, lo normal es que acabe habiendo concurso masculino y femenino. Para entonces, ya se sabrá si Raquel ha entrado hasta la cocina en el universo de la corte de honor.

De momento, en el curso a punto de empezar compaginará las pruebas con el jurado y el último arreón a su futura condición de arquitecto. «Mi hermana la ha hecho también, pero no tenemos familiares que se hayan dedicado a la arquitectura. Estudio en la Universitat Politècnica. El año pasado hice quinto, pero sólo una parte: me lo partí para ser fallera mayor sin agobios. Ahora me quedan tres asignaturas y el TFG». El Trabajo Fin de Grado, que no tiene claro exactamente, pero que intuye que versará sobre «algo de historia, alguna reconstrucción».

Fallera de toda, toda la vida, de Alberique-Héroe Romeu. Sus primeras fallas le llegaron con apenas dos meses de vida. Es de enero. «Es mi falla. Vivo al lado. Es mi gente. Mis padres son también del barrio. Mi padre vivía por la calle Sueca, pero mi madre es de Abastos y se fueron a vivir y hacer vida allí». Había sido fallera mayor infantil en 2006 («no pasé la preselección») y doce años después repitió sin demasiado problema. «Fui porque ya me apetecía. Esperaba el año ideal para ser, aunque haya sacrificado un poco el ajetreo de la Universitat». Pertenece a la «delegación de cultura, que lleva mi hermana (la otra arquitecta). Nosotros tenemos separado cultura de festejos: presentación, llibret, Cabalgata del Ninot». Es Arrancapins, ellos, y Roqueta, Doctors y Albacete-Marvá, tierra cabalgatera por definición. Precisamente su condición de fallera mayor de Alberique le permitió sumar una experiencia al alcance de prácticamente nadie. «Acudí al 75 aniversario de la Casa Regional de València en París». Apoyada en que una de las grandes valedoras del colectivo, y su entonces fallera mayor saliente, Pilar de la Guía, la anterior cortesana de la comisión, que lo fue en 2008. Acudió junto a Raquel Alario, que continuó la tradición de dos años generada tras la visita de Alicia Moreno y Sofía Soler, el año anterior, para el reportaje del Extra de Fallas de Levante-EMV. «Es una experiencia muy bonita. Con la anécdota de que te veían y me preguntaban si es que me iba a pasar. Se nota que hay todavía bastante desconocimiento de la fiesta».