La Concejalía de Protección Ciudadana colocará en los próximos días cuatro cajas fijas en las que se irán poniendo alternativamente radares de velocidad. Los lugares elegidos son la entrada de la Avenida del Cid por el puente de Xirivella, la entrada al túnel de Pérez Galdós en los dos sentidos, el paso inferior de la Ronda Norte en su cruce con Constitución y el túnel del Bulevar Sur en dirección a la Fe, lugares todos ellos destacados por las elevadas medias de velocidad o por la fuerte siniestralidad.

En la actualidad, el Ayuntamiento de València dispone de hasta cuatro radares móviles que suele situar en las vías más conflictivas, sobre todo en la Ronda Norte y en las diferentes entradas a la capital. Pero ahora la idea es colocar radares fijos en esos puntos, de manera que haya una pacificación de los mismos y además se liberen los radares móviles para lugares que necesiten puntualmente de ese servicio.

Puntos conflictivos

La Avenida del Cid, por ejemplo, es una de las que mayores niveles de velocidad registra, pues recibe directamente los vehículos de la carretera de Madrid. La colocación de un radar fijo a la entrada hará que esos niveles de velocidad bajen a valores urbanos.

Y lo mismo ocurre en los otros tres puntos, en estos casos tanto por la velocidad como por la elevada siniestralidad. En todos los casos, además, se trata de pasos inferiores, lugares donde la atención a los accidentes se complica sobremanera por las condiciones propias de un túnel.

En todos los casos, los radares fijos estarán debidamente señalizados, como exige la Dirección General de Tráfico, sin embargo no siempre en las cajas fijas habrá un radar. La idea es que los dos aparatos adquiridos vayan rotando por esas cajas fijas, con lo cual se consigue que, haya radar o no, se produzca el efecto disuasorio que persigue la Concejalía de Protección Ciudadana o lo que es lo mismo, la Policía Local.

Otra de las medidas adoptadas en este sentido ha sido la compra de un vehículo que filma los coches aparcados en el carril bus para acabar con las infracciones en este espacio reservado a los servicios públicos de transporte.

Con estas medidas, que llevarán aparejadas las correspondientes sanciones por exceso de velocidad, incluida la retirada de puntos del carné, el ayuntamiento persigue la pacificación del tráfico en la ciudad más allá de la recaudación, dijeron las fuentes.

Con anterioridad ya se han adoptado otras medidas en esa dirección que no llevan aparejadas sanciones directas para los conductores. La Concejalía de Movilidad ya anunció el verano pasado la colocación de radares en estos mismos lugares que cambiaban el semáforo a rojo cuando los vehículos sobrepasaban la velocidad de 50 kilómetros a la hora.