El concejal de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de València, Vicent Sarrià, no pudo asistir ayer a la reunión sobre el Cabanyal porque tenía cita en Madrid con los responsables de la Entidad Pública Empresarial de Suelo, el antiguo Sepes, para hablar de la urbanización del Cuartel de Ingenieros, uno de los dos grandes cuarteles abandonados hace décadas en la calle San Vicente.

Según Sarrià, se trataba de presionar en Madrid para que el nuevo Gobierno no deje en el olvido el acuerdo al que ya llegaron en su día para desbloquear la urbanización de este solar, en el que se levantarán, dijo, 370 viviendas y se construirá el nuevo colegio Santo Ángel de la Guarda, cuyos alumnos empezaron ya el año pasado en un colegio de barracones provisional junto al hospital Peset.

Y todo parece indicar que los planes siguen adelante, aunque el primer paso, que es la urbanización del sector por parte del propio Sepes, está todavía pendiente de que una empresa del Ministerio de Defensa ejecute unos últimos y pequeños derribos en este cuartel. El grueso de las demoliciones ya se hizo en su día.

Al parecer, eso se hará de forma inmediata y entonces ya se podrá licitar la urbanización del entorno, dijo Sarrià, de manera que a renglón seguido la Conselleria de Educación pueda proceder a la construcción del colegio, que figura, por cierto, en el Pla Edificant. El último paso será la construcción de las viviendas.

Suelo público

Para Sarrià, este proceso no debe retrasarse mucho, pues tiene la ventaja de ser todo suelo público. Más complicado será, advirtió, hacer lo mismo en el Parque de Artillería, el otro cuartel de la calle San Vicente, donde se levantarán 600 viviendas y también un instituto.

La urbanización de este sector, que podría solaparse en algún momento con la del Cuartel de Ingenieros, tiene edificios protegidos y propiedades no públicas, lo que complica la situación. Sarrià, en cualquier caso, se mostró optimista.