Un corredor verde unirá el nuevo cauce del Turia y la Albufera

Lo hizo en el discurso que abrió el debate sobre el estado de la ciudad, el tercero que se hace de esta legislatura y el último antes de las elecciones del año que viene. Tuvo, por tanto, carácter de balance de mandato y programa de gobierno para los próximos meses.

Ribó está satisfecho con lo realizado hasta el momento. «Podemos decir que hemos cumplido o estamos en condiciones de cumplir antes de que finalice la legislatura la inmensa mayoría de los objetivos del Govern de la Nau», dijo. Pero «queda mucho por hacer» y por eso está dispuesto a «hacer todo lo posible para la renovación de un Gobierno de progreso».

Listado de logros y anuncios

En su largo balance de gestión empezó ablando de la economía, cuya buena marcha ha terminado con la salida del Plan de Ajuste; y siguió por los parques (Viveros, Ermita de Orriols, Parque Lineal de Benimàmet, Malilla y Parque Central); la lucha contra el paro; los mercados (el nuevo Grao, el aparcamiento del Central y el inminente inicio del nuevo rastro); y el turismo (apoyando los apartamentos turísticos pero no el desembarco de fondos buitre).

En este punto Ribó se detuvo para hablar de la subida de los alquileres derivada del turismo y anunció que el ayuntamiento está a la espera de asumir las competencias para establecer unos premios máximos de alquiler en barrios como Benimaclet para controlar la subida «acelerada» de los últimos tiempos.

En el apartado de Movilidad destacó la «dignificación» del entorno de la Lonja, las rutas escolares y los itinerarios ciclistas, anunciando doce carriles bici antes de finalizar el año y la instalación de 12 puntos de recarga de coches eléctricos. Y en lo referido a limpieza puso en valor el aumento del presupuesto en un 14% y nuevas medidas como la ampliación de la recogida selectiva de materia orgánica a 35 barrios o la inminente recogida puerta a puerta en Las Moreras, Quatre carreres, Benicalap y Sociópolis.

Ribó destacó como un logro de su mandato que en la actualidad no se le corte el agua, la luz o el gas a nadie por no poder pagar los recibos, una medida social a la que añadió la tramitación de 5.000 expedientes de dependencia, la municipalización y rebaja de precios en las escoletes, la acogida de inmigrantes o el cumplimiento del 0,7% del presupuesto para cooperación internacional. «En definitiva, hemos cambiado el mapa de la fórmula 1 y de los amiguitos del alma por el mapa internacional de la solidaridad y la alimentación sostenible», dijo Ribó, cuyo principal anunció fue la creación de un corredor verde por el lecho seco del nuevo cauce del Turia hasta la Albufera.

Lo inmediato será incluirlo en el Plan de Reordenación de Recursos Naturales del Turia y, sin perder de vista la prioridad del cauce, que es canalizar las avenidas de agua, hacer un corredor para aprovechar todo ese espacio. Los técnicos dirán las condiciones de la infraestructura y la vegetación que se utiliza y dotarían a todo el recorrido de sistemas de alarma contra riadas, como se ha hecho en el Manzanares, por ejemplo.

De lo que apenas habló fue del Cabanyal. Le dedicó un párrafo de su discurso de más de una hora y lo hizo para recordar la reurbanización de calles, el alcantarillado y la limpieza. «Falta mucho, pero conseguiremos que sea el barrio singular y atractivo que siempre ha sido», dijo el alcalde, que apenas puso carga política en su intervención.

En su lugar lo hizo el portavoz de Compromís, Pere Fuset, que marcó como prioridad las personas más desfavorecidas aunque no den titulares y defendió, frente al PP, una ciudad «donde ni se malgasta ni se roba, sin corrupción ni grandes fastos artificiales»

Los discursos de Ribó y Fuset estuvieron apoyados por los otros dos socios de Gobierno.

La portavoz socialista, Sandra Gómez, calificó la València de 2015 como «una orgía de despilfarro y corrupción que resultó ser desastrosa para la ciudad». Por eso defendió el Gobierno tripartito y la necesidad de mantener los acuerdos en el futuro. «Nosotros no tuvimos dudas en impulsar el cambio en esta ciudad y hoy nadie en la izquierda debe tener dudas en completar este cambio», dijo Gómez, que no dudó en asegurar que «València está hoy mejor que hace tres años».

En concreto, la portavoz socialista citó los 44.000 nuevos empleos, la construcción de nuevas plazas en Rojas Clemente o el Mercat, la reducción de la deuda o la defensa de la huerta. Son elementos de lo que llamó la «València sin límites», sobre todo sin los límites del odio que recorren Europa.

«Hoy, en este momento político, València ha cerrado definitivamente la etapa del Partido Popular. Hemos superado esos años de transición y ahora tenemos que decidir la València que viene, quien la dirige y hacia dónde», enfatizó.

El cambio es una realidad

En la terna de Gobierno, cerró las intervenciones la portavoz de València en Comú, María Oliver, quien aseguró que «el cambio es una realidad» gracias a una gestión mejor que la que hizo el PP durante 24 años. «Decían que el caos se apoderaría de las calles, pero no ha sido verdad», recordó. Muy al contrario, se ha reducido la deuda, mejoran las condiciones laborales de la plantilla, hay mejores y más baratas escoletes, se ha recuperado El Musical, las bibliotecas son el servicio mejor valorado, se han dado ayudas para 1.500 viviendas de alquiler y se ha hecho una ciudad más justa y más segura, entendiendo por segura «una ciudad donde la gente pueda pagar los recibos a final de mes o se aborde la soledad de los mayores». «No queremos ser California, sino una ciudad auténtica donde la gente sea como quiera ser y quiera quedarse», concluyó la portavoz de València en Comú.