«No hay dignidad si no hay seguridad», «concejala, coge la pala y participa con los vecinos», «el ayuntamiento ignora las normas de seguridad», «el ayuntamiento quiere meter a los inmigrantes en una ratonera», «Neus Fábregas, no conviertas nuestra plaza en un gueto», «los inmigrantes son personas, no un negocio. Concejala dimisión» son algunos de los mensajes que han aparecido en el barrio de Aiora en contra del Centro de Inmigrantes que se pretende instalar en la plaza Federico Mayo, aprovechando la infraestructura de un antiguo colegio.

Es una de las respuestas de los vecinos contrarios a esta iniciativa de la concejalía de inmigración, por lo que las tintas se cargan contra su titular, Neus Fábregas.

La denuncia del PP por la inexistencia de un informe de bomberos ha sido un «puente de plata» para los vecinos, ya que el debate sobre solidaridad o insolidaridad se traslada ahora al de seguridad e inseguridad.

Ayer se programó también una protesta por parte de la Plataforma vecinal de Marítim-Ayora Valencia, cuyo tono se ha endurecido en los últimos tiempos contra el ayuntamiento: ahora, en los comunicados a través de redes sociales ya tildan a Fábregas de «podemita» y a Joan Ribó de «alcalde catalanista».

Ayer, en un comunicado, tras una reunión con vecinos la asociación expresó que «si finalmente, según el proyecto, se alojaran 18 adultos, varones marroquíes, ¿estaríamos resolviendo el problema? Sería mejor, puestos a colaborar encontrar lugares más grandes y espaciosos, que reuna las condiciones de comodidad y seguridad que se necesita, en la que tuviera cabida más personas, como familias con niños y personas mayores».