La Ciudad de las Artes y las Ciencias genera un movimiento de 111 millones de euros de renta en la Comunitat Valenciana o, dicho de otro modo, por cada euro invertido genera 2,6 de gasto de todo tipo y 2,2 en el PIB de territorio valenciano, lo que supone un 0,1 del total. Además, genera el equivalente a 3.461 empleos, entendidos como puestos de trabajo a tiempo completo (es decir, agrupando contratos a tiempo parcial).

Estas son algunas de las magnitudes que se han presentado en el Estudio de Impacto Económico y Social de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, una compleja red de cifras que tratan de explicar que los edificios que más vanguardia han aportado a la ciudad no son un negocio ruinoso.

El conjunto de edificios (Hemisfèric, Museo de las Ciencias, Oceanogràfic, Palau de les Arts, Umbracle y Àgora) tienen un gasto de funcionamiento de 50,9 millones, que se entiende realmente no como "gasto", sino como redistribución de riqueza, de la que 49,1 millones se quedan en territorio valenciano (sueldos, limpieza, vigilancia, publicidad, mantenimiento?).

El gasto turístico, obtenido por una ecuación de visitantes y gastos, aporta 120 millones en desembolso turístico, a lo que hay que añadir 11,7 del derivado de eventos, contando sólo los asistentes a actos no locales.

Por último, también se estima en 64 los millones que valdrían, en términos de enseñanza, los conocimientos adquiridos en las visitas a la Ciudad de las Artes y las Ciencias si, en lugar de acudir a los diferentes centros, el saber que transmite se impartiera en formato de clases. Este es, lógicamente, un intangible no dinerario.